La chica del infierno.

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Templo Musashi. Lugar de reunión de la Tokyo Manji Gang. 23:47pm.

—Nee Nee ¿Escucharon los rumores?— El murmullo de un par de integrantes llamaron la atención del capitán de la segunda división, Mitsuya Takashi y subcapitan de la primera división, Matsuno Chifuyu.

—¿Que rumores?—

—Varios testigos dicen que si vas caminando solo por las calles y marcan las doce en punto, Jigoku Shōjo se te aparece y lleva tu alma al infierno.—

—No digas idioteces. Nadie cree en esas cosas. Además Jigoku Shōjo, es una página del infierno que sólo funciona a las doce en punto de la noche, solo para cumplir tu deseo a cambio de tu alma. Te estafaron amigo.— Sacudió la mano restandole importancia.

—¡No es una idiotez!— Golpeo la mano del contrario con enojo.
—Es una niña, de cabello negro y ojos rojos. De noche viste un kimono negro, bordado con flores. En el día viste un uniforme escolar negro.—

Los de mayor rango no creyeron en tales cuentos infantiles y se marcharon hacia la parte trasera del templo.

—¿Escuchaste eso Chifuyu?— Mitsuya pregunto, con una sonrisa burlona al rubio.

—Si. Esos solo son cuentos para asustar a los niños.—

—No puedo creer que todavía hay quienes crean en eso.— Se miraron por unos segundos para después reír a carcajadas.

Crujido

El sonido de una rama romperse, atrajo su atención al oscuro bosque detrás del lugar.

Tap Tap

Crujido

—¿Que fue...?—

—Debieron ser los cuervos o las ardillas. — El de cabellos morados intento aliviar la atmósfera de miedo que se había formado.

—S-Si.—

Crujido

Crujido

—¿Mitsuya-san...?— Las manos del Matsuno no dejaban de sudar al igual que el resto de su cuerpo.

—¿Si...?—

—Creo que deberíamos...irnos.—

—Estoy completamente de acuerdo...— Caminaron de espaldas, sin apartar la mirada del bosque. Lamentándose y regañandose por haber ido tan lejos.

Los crujidos y sonar de pasos no se detenían, asustados intentaron encontar la fuente de aquel inquietante sonido. Este se hacía cada vez mas cercano y se esparcia por todas direcciones. El sonido del viento no les transmitía seguridad, en esos momentos era como si solo ellos y la cosa que los acecha existieran.

Cuando lo escucharon solo a unos metros, el sonido se detuvo.

—¿Que demonios...?— Exsalaron aire que, sin darse cuenta, habían retenido a causa del miedo.

—...— El de ojos verdes solo quería salir de aquella situación. Negándose a creer otra cosa dio vuelta y marchó al gentío del otro lado. Takashi observo por última vez el lugar, con un mal sabor de boca. Tomando las mismas acciones que su compañero, dio la vuelta.

—...Don...de.— El leve y aterrador susurro femenino detuvo su paso, lentamente giro su cabeza, en el lugar no había nadie.

—¿Que...m-mierd-da?— Su corazón latía a un ritmo parecido al de los ratones.
—...S-S-Solo f-fue el viento. Si, eso fue.— Se tranquilizo lo más que pudo y nuevamente dio la vuelta caminando hacia la reunión. Dándose cuenta demasiado tarde, de la presencia de una niña.

—...Hola.—

Lo último que vio el mayor fue el hermoso y aterrador rostro de una niña de diez años.
Con eso su cerebro se apagó y su cuerpo cayó al frío cemento.

—...— La de cabellos negros observo el cuerpo inmóvil del pandillero, con rostro en blanco.

'...¿Donde esta Shinichiro?'

Sano Ai camino de vuelta al frondoso y oscuro bosque, con la esperanza de  encontrar a su hermano mayor, a quien perdió comprando dulces.

Mitsuya Takashi, fue encontrado treinta minutos después, desmayado y temblando.

地獄少女 [Tokyo Revengers]Where stories live. Discover now