~Seis~

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El ruido de varias risas y uno que otro murmullo hicieron que un joven peliverde se sintiera cansado, pero decidio ignorar aquel ruido y mejor se concentro en lo que su madre le encargo, estaba en su tercer año de secundaria, era su ultimo año y necesitaba tener opciones para su preparatoria, necesitaba tener claro que es lo que queria

Estaba seguro que quería ayudar a las personas, su campo era el frente de cualquier pelea, asi que tenía como opción tres escuelas dedicadas al heroismo, si no podía entrar en ninguna de esas opciones quedaba como opción una escuela normal, donde pueda estudiar para entrar a una universidad relacionada a la medicina, despues de todo tiene su ninjutsu medico para respaldarlo

Entonces su primera opción es Yuuei, despues shiketsu, por último ketsubutsu, como alternativa es baoubard una escuela normal, esas eran sus alternativas, aunque también podía abrirse un puesto de katsudon, sus clones podían ayudarle a hacer el alimento y venderlo, tenía varias opciones, al estar en la puerta principal de la escuela salio de sus pensamientos al detectar un aroma muy singular, gracias a sus entrenamientos pudo lograr desarrollar de mejor manera sus sentidos, al voltear a ver a la calle se sorprendio de ver a su madre

—madre?— pregunto confundido, no entiende nada, se supone que ella estaba descansando en compañía de la señora bakugou

Sus ojos blancos fueron a parar en la figura de su madre, mientras avanzaba en su dirección la fue analizando, notando algo extraño y fuera de lugar, lo que le hizo detener su paso, ella nunca tiene su anillo de bodas en el dedo medio, este siempre estaba en su meñique, una gran anécdota que su madre se aseguro de contarle, su padre se había equivocado en la medida, comprando uno un poco mas pequeño

Analizo de forma rápida, confirmando que aquella mujer era una impostora, no importa cuanto lo intenten, siempre hay algo que los hace diferentes al resto y que el puede identificar, los puntos blancos relacionados al quirk, esa extraña no poseia los caracteristicas puntos de su progenitora, además que sus caderas no eran tan grandes

—mi niño— aquello solo fue otra prueba, su madre solo tenia un apodo para el, Zuzu

Sin pensarlo demasiado salio corriendo en la dirección del desconocido, levanto su puño y mientras trataba de darle en el rostro el extraño reaccionó a tiempo, aunque solo fue por segundos de pura suerte, haciendo que el puño impacte en el suelo, agrietando este, asustando a las personas a su alrededor, que comenzaban a llamar a la policía, pero el de cabellera verde no le tomo importancia

—no se quien eres, pero mi madre no—

—cariño, que dices?— se escuchaba nerviosa —claro que soy tu madre— sus reacciones, nadie escapaba a sus ojos, aprendio durante años a poder diferenciarlas

—si dices ser mi madre, dime, cual era la apariencia de la persona que me dio mi regalo de cumpleaños número tres— hablo mientras activaba su byakugan

—era bajita— el menor enseguida volvió a ponerse en posición de pelea —era una mujer pelinegra!—

—error...—

Con sus dedos indice y corazon se acerco a ella, estando con su dojutsu activado logro ver varios puntos, asi que comenzó a golpear estos de forma rapida y sin compasion, lanzando chakra de los dedos, para asegurarse de que dieran donde el queria

El Heredero De Las Últimas VoluntadesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora