¿¡Keith es bebé!? [KLANCE]

Capítulo 4.

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❀Desordenado❀

Shiro, Keith y Lance habían estado jugando a los piratas.

Lance y Keith habían formado equipo (con varias peleas) y habían "derrotado" a Shiro.

-¡Bien, Lance! ¡Hemos ganado!- Gritó el niño.

Shiro estaba tendido en el sofá, derrotado. Keith tenía unas patitas enanas pero aparentemente podía correr, trepar, dar patadas... En conclusión, se había tomado en serio lo de ser un pirata y Shiro tenía la impresión de que, para el niño, pirata significaba "agresividad".

Lance se sentó también en el sofá. Él, al igual que Shiro, estaba agotado. Jugar con Keith había sido bastante divertido al final. Le había recordado a sus sobrinos, sobretodo a Nadia, que era más activa y rebelde.

El cubano y el japonés estuvieron hablando durante media hora mientras Keith corría y saltaba de un lado a otro sin descanso.

Poco después, Keith se acercó a los mayores.

El niño se subió al sofá y se acomodó en las piernas del moreno sin previo aviso. Hablaron durante horas sobre los gustos de cada uno y el resto del equipo se les unió.

Esa tarde descubrieron que a Keith le gustaba Star Wars, le gustaba mucho el chocolate, le gustaba escuchar música y bailar con su padre, le gustaba dibujar...

El azabache finalmente se quedó dormido en brazos de Lance.

Keith despertó en "su" cama.

Se levantó con la intención de buscar a su padre cuando recordó donde estaba.

-Oh, dios...

"¿De verdad estoy en el espacio?"
Pensaba. "Ah, espera. También estoy en el futuro."

-¿¡Estoy en el futuro!? ¡Es cierto!

Corrió a la sala donde todos estaban.

-Hola, Keith -. Saludó Allura.

-Hola... ¿Puedo... jugar?

-Claro, haz lo que quieras, no te cortes.

-Has dormido mucho. La cena será en una hora o así. Luego a la cama-. Dijo Shiro.

Keith empezó a jugar, sin temor. Volvió a correr y a saltar y a ser un remolino humano.

-No para...-. Comento Pidge después de unos minutos. Anotaba cosas en su libreta a diestro y siniestro.

-Ya... En todo el rato de antes de que se durmiera no se detuvo ni un segundo. Era- paró, buscando las palabras exactas- ... un poco exasperante.

Keith iba de un lado a otro como un rayo, jugando a los piratas, a los Jedi (ya que aparentemente le encantaba Star Wars), bailo un poco, habló sin parar de su padre, de algún libro, de su casa, de las estrellas; volvió a correr, molestó a Lance para luego, después de cinco minutos, ponerse rojo como un tomate y salir corriendo de nuevo; le hizo una trenza a Allura y dejó que la princesa le hiciera una a él...