M.G | Al pequeño Yeonjun siempre la habían dicho que si un alfa te molestaba era porque le gustabas, le gustabas mucho, ¿qué pasaría si de repente el pequeño alfa Choi Soobin lo empezaba a molestar?
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𖦹 soojun
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Yeonjun apretó los cordones de sus zapatos negros y se quedó sentado en aquella banca del patio escolar. Un grupo de omegas ya de Secundaria pasó y se sentaron en la banca del frente, despreocupadas de que Yeonjun pudiera escuchar la conversación que tenían.
— ¿Cómo supiste que le gustabas a Woo? — preguntó una omega castaña.
— Hace unos meses me comenzó a molestar, me jalaba el cabello, decía que mis trabajos eran los peores y otras cosas. Y me puse mal por eso, después le conté a mis padres y me dijeron que cuando un alfa te molestaba era porque le gustabas mucho, y fui escuchando lo mismo de los demás. Cuando por fin le dije que por qué me molestaba, ¡me confesó que llevaba tiempo enamorado de mí!
Las omegas soltaron chillidos emocionados, ¿se emocionaban por eso? Pero ahora que lo pensaba mejor, Soobin estaba haciendo lo mismo. Antes de molestarlo, solo se saludaban cuando iba a la casa de su hermano mayor, o cuando se cruzaban de casualidad.
¿Entonces era eso? ¿Soobin gustaba de él? Pero por lo que sus padres le decían, había mejores maneras de expresar tu amor, como cartas, flores, regalos, mimos o besitos. A Yeonjun le encantaban los mimos de su papi, o los besitos en la mejilla o frente de su mami antes de ir a dormir.
Se levantó de la banca y comenzó a caminar, reflexionando sobre su reciente incógnita. Y cuando menos lo pensó, comenzó a escuchar más claro todo a su alrededor.
«¡Se me declaró alfa!»
«¡Le gusto a alfa!»
«¡Me está comenzando a molestar, significa que le encanto!»
«¿Te molesta mucho? Tranquilo, solo es que le gustas mucho.»
«Le encantas a esa alfa, siempre te está molestando.»
Su pequeño cerebro no podía con todas esas palabras, jamás pensó que las palabras «Gustar» y «Molestar» estarían en la misma oración. Menos si era para representar algo positivo, ¡jamás se daría cuenta así! No era un adivino como para saber que le gustaba a Soobin.
Se detuvo en el lugar del accidente del día anterior, ahí estaba Soobin sentado. Comiendo un sándwich y un jugo de manzana, tenía los ojos llorosos y se agarraba la mejilla.
Jeongguk había apretado muy fuerte esta ayer por la noche, cuando lo confrontó por haberle echo eso a Yeonjun. Le había gritado un poco, pero le dolió más que su hermano, su héroe desde que tiene memoria, lo haya casi golpeado solo por un omega.
Sus padres le dieron mimos después de llegar de hacer compras, lo encontraron llorando en el piso de la sala mientras abrazaba una almohada con el olor de su madre omega. No les quiso decir nada, solo metería a su hyung y a él en problemas.
Hueningkai había faltado porque estaba resfriado, Beomgyu se había ido de viaje y su hyung lo ignoraba, estaba completamente solo.
Ya no tenía amigos, bueno, no por ese día.
Aunque Yeonjun debía admitir que Soobin se veía lamentable, muy solo y triste; no se sentaría a comer con el. Tenía merecido comer solito, su rodilla aún le dolía poquito aún y su uniforme del día anterior seguía sucio.
— Bueno, tal vez solo por hoy podría sentarme con el, pero solo hoy, nunca más pasará — el pequeño omega avanzó con confianza al lugar donde el alfa comía cabizbajo, sin hacer mucho ruido se sentó a su lado y sacó el sandwich, las galletas de dinosaurio y su jugo de naranja de su lonchera.
Yeonjun comenzó a comer viendo al resto de sus compañeros correr por el patio de juegos, ignorando la mirada sorprendida del niño a su lado, quien miraba a su mayor comiendo tan tranquilo a su lado.
Soobin sintió una agradable calidez en su pecho, sonrió con sus mejillas llenas de los nuggets que tenía por desayuno y siguió comiendo, solo que ahora, ya no se sentía mal, se sentía feliz.
