In Care Of - Fangs_Fawn

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El fic no me pertenece. Es una TRADUCCIÓN de 'In Care Of' de Fangs_Fawn.

* Link del autor: https://archiveofourown.org/users/Fangs_Fawn/profile
* Link del fic original: https://archiveofourown.org/works/1023625

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El despacho de Dumbledore estaba iluminado por la luz de las velas, y el gran mago en persona, resplandeciente con su túnica plateada, estaba de pie frente a su escritorio. Al parecer, había estado paseando, como solía hacer, esperando la llegada de Snape con evidente impaciencia. Se giró cuando se abrió la puerta.

–¡Severus! –dijo el anciano alegremente, con un alegre alivio en su rostro y en su voz–. ¡Por fin! Hijo mío, he estado tan preocupado...

Se interrumpió de repente, habiendo visto a Harry. Las cejas de color gris plateado se alzaron.

Snape podía imaginar lo que le parecía a Dumbledore. Su espía residente desaparecido durante un mes, desaparecido del servicio sin que la Orden ni los mortífagos le dieran una pista de lo sucedido, mientras todo seguía aparentemente como de costumbre en la casa de Potter. Entonces, de la nada, aparece el Patronus de Snape, anunciando su llegada y advirtiéndole de la posible implicación del Ministerio en Privet Drive. Entonces aparece el espía residente en persona, no solo, como Dumbledore podría haber esperado, sino con el propio Niño Dorado a cuestas, vistiendo una capa mal ajustada y luciendo un ojo morado, el labio partido y una llaga furiosa en una mejilla.

–Severus –comenzó Dumbledore–. ¿Qué...?

Se detuvo, sin palabras (quizás por primera vez en su vida, pensó Snape con sorna). Sin embargo, no había tiempo para reflexionar sobre la anomalía.

–Director, tenemos mucho que discutir –dijo Snape rápidamente–. Pero primero debo advertirle que hice magia en Privet Drive, magia de la que probablemente Potter será culpado por el Ministerio.

Dumbledore se puso alerta de inmediato. –¿Hace cuánto tiempo?

–Tal vez una hora –respondió Snape–. Tal vez más cerca de dos.

Al instante, Dumbledore se acercó a la chimenea y cogió un puñado de polvos Flu de un bote que había sobre la repisa. Luego se volvió hacia Potter y Snape, conjuró dos sillones blandos y floreados e hizo un gesto a los magos para que se sentaran.

–Esperen aquí, los dos –ordenó. Lanzó el polvo Flu a la chimenea y entró mientras las llamas verde esmeralda se encendían.

≫Ministerio de Magia –llamó, y desapareció.

Snape se dirigió a uno de los sillones y se sentó con suavidad, apoyando los codos en los brazos del sillón, y empinando los dedos ante él. Al cabo de un momento, Potter se sentó también, sentándose bien hacia delante para evitar que su espalda destrozada hiciera contacto con el cojín. Tenía las manos cerradas en un puño sobre los muslos y miraba fijamente al suelo. Aunque su rostro no mostraba ningún rastro de emoción, estaba pálido y visiblemente tembloroso.

Más preocupado por esta evidencia de la fragilidad de Potter de lo que le gustaba admitir, Snape miró alrededor de la habitación. El fénix Fawkes estaba acurrucado en un nido de cenizas en la bandeja bajo su percha dorada. Había soportado una incineración temprana para proteger a Dumbledore en el ministerio un mes antes, y no estaba en condiciones de curar a nadie. Snape pensó que eso era lo mejor: quería esperar a curar a Potter hasta que Dumbledore viera las heridas por sí mismo. Esto sería duro para su mentor, pero Snape se encogió al pensar que tendría que decirle esas palabras y se alegró, culpable, de dejar que el estado del chico hablara por sí mismo.