Incondicional.
Yūji a pasado por una serie de terribles situaciones, cuando digo terribles, es TERRIBLES y solo quiere dejar atrás el pasado, olvidar el presente y escribir un nuevo futuro, esperemos que pueda lograr su objetivo.
→AU Sin maldiciones...
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Cap 8: Miradas.
Yūji estrujó sus ojos con el puño de sus mano, le daba la bienvenida a un nuevo día, se sentó en el sofá, había dormido en el sofá de la sala de su amigo, le habían ofrecido una cama pero él se negó diciendo que no era su casa.
Sus ojos se acostumbraron a la luz y lo primero que vio fueron unos ojos azules que lo observaban, de inmediato los reconoció, se sentó y soltó un bostezo.
— Buenos días Gojo, ¿Cuanto tiempo llevas ahí? — Preguntó al peli blanco a un costado de él.
— No mucho, solo me preguntaba si despertarte o no — Se encogió de hombros el mayor.
— Es algo aterrador — Volteó ojeando lo que llegaba a ver del resto del lugar — ¿Sabes que no podemos llegar tarde? — Le comentó.
— Lo sé, pero todo sea por una mirada a tu rostro tranquilo — Se levantó de su lugar con una sonrisa coqueta.
Yūji lo miro alejarse, gracias a Dios el más alto no lo estaba viendo porque su rostro había adoptado un rojo poco natural, este día había empezado de forma peculiar.
— Mi rostro siempre está tranquilo — Dijo para si mismo.
— Eso crees tú, la verdad más que tranquilo siempre te ves alegre — Volvió a hacer aparición el albino dándole otra de sus sonrías.
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En otro lugar, ajeno a cualquiera, se hallaban un peli negro y un peli rosa comiendo un ligero desayuno. El orbes oscuras daba un sorbo a su taza de café y luego proceder para mirar a quien tenía al frente.
— ¿No se te ocurrió otra mejor escusa? — Pregunto el azabache.
— ¡Vamos Megumi! Era eso o que Yūji te escuchara gemir mi nombre a todo pulmón — Contestó altanero.
Megumi pudo sentir como los colores le subían al rostro, la risa de Sukuna le confirma lo que especula, frunció el entrecejo y dirijo su atención hacia otro lado.
