Cap. 5:Pinkyphane

63 8 0
                                    

Narra Sero:

Corría por las calles desiertas, perseguido por una horda de zombies. Yo estaba herido(no me habían mordido) y en un instante me vi en el suelo. Los zombies se abalanzaron sobre mí, pero un hacha cortó la cabeza de los más próximos. Enseguida, una persona con un traje de militar y un casco de moto mató a todos los zombies que tenía a mi alrededor.

Cuando terminó, se dio la vuelta y me ayudó a levantarme. Se quitó el casco y sacudió la cabeza para recolocarse el pelo. Tenía piel y pelo rosa, unos pequeños cuernitos amarillos y ojos negros como el carbón. Me sonrojé. Era hermosa.

—Hola, soy Mina Ashido—dijo extendiendo su mano hacia mí—.

—Hanta Sero—dije estrechando su mano contra la mía—.

Seguía sonrojado y miré al suelo.

—¿Por qué te sonrojas?—me preguntó—.

—P-Por nada. Es que eres muy guapa—me sinceré—.

A ella le brillaron los ojos y también se sonrojó.

—Gracias—dijo sonriendo—.

Me guió hasta su guarida, una casa de estilo antiguo, y una vez allí, tras bloquear la entrada, curó mis heridas.

Me enseñó las habitaciones y cocina, y me guió a la sala de armas y combate. Me enseñó cómo utilizarlas y me dió una clase de defensa para que supiera luchar contra los zombies.

Más tarde, me enseñó la habitación en la que iba a dormir, no era muy grande, pero era acogedora.

—Mi habitación está al lado, puedes avisarme si necesitaras algo—me dijo—.

—Gracias—dije entrando y sentándome en la mullida cama—.

Miré a Mina.

—¿Eras de por aquí?—le pregunté—.

—Solía frecuentar esta ciudad(Musutafu) cuando era niña, pero me mudé a Chiba, el lugar en el que nací y no volví hasta hace dos meses. El virus nos pilló de camino y los zombies mataron a mi familia—dijo encendiendo un cigarrillo—. Oye, ¿te molesta que fume?

—En absoluto. Al fin y al cabo, esta es tu casa—ella dió una calada al cigarrillo y soltó el humo por sus labiós color cereza—.

—¿Y tú?—dijo soltando otro poco de humo—.

—Estaba de vacaciones. Mis padres se convirtieron en zombies—dije mirando al techo—.

—Lo siento mucho—dijo aproximándose a mí—.

—Igualmente—ella dió otra calada—.

—Oi, ¿cómo sobreviviste a todo esto?—dijo apagando el cigarrillo en un cenicero—.

—Tenía un grupo de amigos, pero me perdieron de vista hace tres días—le conté—.

—Yo iba con mi hermano mayor, pero a él también lo mataron los zombies. Hace dos semanas que me apaño como puedo para sobrevivir gracias a las técnicas de mi Onii-chan—me explicó—.

—Pues, me has salvado, así que supongo que te enseñó bien—dije sonriendo e incorporándome hasta quedar cerca del rostro de ella—.

—¿Tienes hambre? Ya casi sería la hora de la cena, y estaba cocinando fideos—dijo levantándose y desabrochando su chaqueta para dejar a la vista que llevaba un top negro que resaltaba su pecho. Se colocó la chaqueta por debajo de los hombros—.

Me sonrojé y aparté la mirada. Ella se dió cuenta y sonrió.

—Me caes bien, Hanta. Venga, vamos abajo—dijo tomando mi mano y arrastrándome con ella a la cocina—.

ゾンビの黙示録(Apocalipsis zombie)Onde histórias criam vida. Descubra agora