Más que una apuesta (#4 Amores Y Apuestas)

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Jackson:

Doy un salto a la muerte si me acerco a ella, pero Courtney no me contesta el móvil y la única amiga suya que conozco esta parada a unos metros de mí, con las manos alrededor del cuello de su novio y riéndose, recordándome lo que era mi relación con Courtney.

Aquí vamos...

No necesito ni hablar, porque su mirada me atrapa enseguida y se aparta de Harry para mirarme.

—Pero si es el tipo de las apuestas.

Ya entiendo porque Courtney se encarga de recordármelo.

No voy a perder el tiempo discutiendo.

—Tengo una pregunta.

—Lástima que no le respondo a quienes hieren a los que me importan.

—Tu discurso guárdalo.. ¿Cómo esta Courtney? —Menciono y ella alza una ceja. —No ha venido a clases y no me responde el móvil.

—No tendría por qué responderte.. ¿Por qué lo haría?

No hay nada que odie más que un tercero creyendo que hace el bien al meterse en un asunto que no le corresponde.

Suspiro. —Solo quiero saber si está bien.

Ella ahora esta ignorandome y es Harry a quien le agradezco la respuesta.

—Acaba de volver de viaje, debe estar agotada.

—¡Perdedor! —Le grita Dahlia y el novio se ríe. —Ya no digas nada, Harry.

—¿Acaso ocurrió algo?—Inquiero.

—Asuntos de familia.

—Harry. —Ella le llama la atención y el vuelve a reír.

—Gracias. —Le digo y me vuelvo hacia Dahlia con una sonrisa ganada.

Me alejo de la pareja y faltó a la siguiente clase, tomando rumbo a su residencia.

(***)

Llego al lugar, pero tengo suerte de que abran la puerta cuando estoy a punto de tocar.

—¿Vienes a ver a alguien? —Pregunta una de las chicas que va de salida.

—Si.

—Genial, cierras la puerta. —Me pide, le digo que lo haré y se marcha con las personas que la acompañan.

Ingreso a la residencia y noto a algunas chicas en la sala, aunque están más pendientes de lo que se reproduce en el televisor que mi presencia.

—La habitación de Courtney Volker..

—Tercer piso, la tercera puerta. —Me indica una sin mirarme, esta complemente interesada en el programa de concursos que observa.

Subo las escaleras y llego al tercer piso, la figura de Courtney sale de los baños y se dirige a su habitación, se ve como si recién se hubiera despertado y camino con tanta rapidez que alcanzó a detener la puerta cuando ella lo azota.

Se gira al no escuchar el golpe que no sonó al cerrarse y los ojos se le abren, trae consigo un pantalón pijama y una camiseta de tirantes, su cabello rubio lo tiene alborotado y en la mano tiene la pasta y el cepillo de dientes.

—Ya esto supera un nivel de acoso... ¿Que haces aquí?

—No me contestas el móvil y desapareciste.