El regalo

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 *Pasaron un par de días, en los que He Xuan no pudo evitar seguir cuidando de Qing Xuan, le dejó mas de una canasta con comida y una llena de pescados frescos.*

Qing Xuan...


*Suspiró esa tarde y se quedó cerca de donde estaba. En caso de que lo viera conversarían, en caso contrario lo seguiría cuidando.*

Y si...


*Se acercó en la forma femenina con la excusa de atender ancianos del refugio. No era de su placer, pero no era terrible servir comida*

*Cómo habían pasado algunos días desde la última vez que Shi QingXuan había visto a He Xuan en las afueras del templo. Desde entonces, muchos de los vagabundos que estaban presentes se acercaron a él para preguntar por ese Dios misericordioso que mencionó y se encargó de curar sus heridas supuestamente irremediables. No supo cómo responder cuando recordaron que alguna vez en el pasado él había creado fuertes corrientes de viento con un abanico para salvar las vidas de quienes ocupaban un lugar en la matriz humana.*_

Jajaja... ¿Ahora si creen que fui un Dios?


_*Rió nervioso cuando comenzaron a insinuar que el mismo había sido capaz de curarse con la 'magia de la divinidad' diciendo que serían capaces de rendirle tributo, adorarlo para que los ayudara a salir de la pobreza en la que vivían.*_

¡E-Esperen! Calma, calma... jajaja... t-todavia no estoy seguro de querer seguir siendo un Dios...


_*Y realmente no estaba seguro de volver a los cielos. Por otro lado, extrañamente todos los días encontraba en la entrada una canasta con diversos alimentos que alguien dejaba para las personas dentro del lugar. Muchas veces intentó averiguar quién era el responsable de este acto pero nunca logró verlo. Al principio era sospechoso pero luego, simplemente la ayuda se volvió bien recibida.*_

¿Humm? ¿Qué pasa?


_*Alguien había tocado mi hombro mientras repartian la comida y pensó que quizás era porque no alcanzaría de nuevo para todos pero se giró al oír que murmuraban sobre una joven hermosa que amablemente estaba ayudando a repartir las porciones.*_

¿Quién?


_*A QingXuan le pareció extraño que alguien más de afuera se acercara para brindar su ayuda a los necesitados y quiso agradecerle por tan generoso gesto. Así que se acercó pero se detuvo a medio camino al ver la silueta de su figura. Una con la que ciertamente estaba muy bien familiarizado.*_

Tú. . .


*He Xuan seguia atendiendo a la gente, bañando niños ese día con agua caliente. Había cobrado algunos favores los días pasados y mandó a que repararán el techo, cosa que nadie sospechara que había sido ella la que gestionó tantas medidas*

Muevanse que Tengo que terminar de vendar a ese grupo de ahí. Tsk..


*Se quejó mientras volteaba y fue cuando lo vio.*

Hay .. agua limpia y caliente para que te bañes.


*Dijo mirando abajo*

Ta-tambien te traje ropa limpia. Y sábanas con frazadas para tus amigos.


*Sin levantar la mirada terminó de vendar a la señora y se detuvo*

Qingxuan... Estás de cumpleaños, bueno... Estamos...


*se separó de la señora y le entregó una caja alargada, era una horquilla con un adorno en el cabello con jade tallado en madera blanca*

-Ten.

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⏰ Last updated: Jan 27, 2022 ⏰

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El Abanico RotoWhere stories live. Discover now