02 - Información, preocupación y... ¿sorpresa?

351 34 10
                                    

ʚ♡ɞ

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

ʚ♡ɞ

Hinata, para muchos, no parecía ser un niño al que le interesara aprender cosas nuevas, o al menos cosas que no tuvieran nada que ver con los deportes. Los deportes eran su mayor motivación... hasta que se enteró de que iba a ser un hermano. Esto lo aprendió hace una semana, hace una semana sabía que hace seis meses iba a ser un hermano.

¿Se entiende? A él le costó un poco.

¡Estuvo seis meses siendo un hermano mayor y se enteraba ahora! ¡Eso era impensable para él! Se sentía derrotado, derrotado por su falta de información.

-Si tan sólo fuera un poco más grande... -se quejaba por su poca capacidad intelectual en el tema que ahora le rondaba por la cabeza; pero no era su culpa no saber eso, era culpa de... de nadie en realidad, simplemente no estaba informado.

-Shoyo, ¿Me ayudas un momento? -preguntó por ayuda su madre.

-¡Claro! -respondió, dejando de lado un libro ilustrado sobre los monstruos de debajo de la cama, procediendo a correr hacia la cocina donde se encontraba su madre- ¡Dime! ¿Qué necesitas? -preguntó ya a su lado, acariciando su barriga y besándola después. No sabía por qué hacía eso, era un impulso, pero a su madre parecía no molestarle así que no dejaba de hacerlo.

-Necesito que agarres una cosa de allá abajo -explicó señalando la puerta de un armario del piso ya abierta-, yo no llego...

-¡Okey! -fue y agarró con agilidad una olla mediana que le señalaba- ¡Aquí tienes! -sonrió orgulloso poniéndola sobre el mesón donde apenas llegaba.

-Gracias -canturreó.

-No hay de qué, pero...

-Hm, dime -dió paso a que prosiguiera hablando.

-¿Por qué? ¿No te puedes agachar? ¿Te duele si te agachas? -preguntó muy preocupado, con los ojitos cristalinos mirando a los ojos de su madre y acariciando nuevamente el vientre, donde se encontraba su hermano o hermana.

-Mmm... -acarició la cabecita de su pequeña mandarina- No sabría decirte si cuesta más que molesta o duele.

-¿Te cuesta, te molesta y te duele? -preguntó más preocupado, haciendo señas con sus manitas para que agarrara sus manos y le siguiera hacia el gran sofá de la sala de estar, donde le hizo sentar.

-Sí, eso mismo -respondió acomodándose-. Estar embarazada es complicado -suspiró.

-Embarazada... Cuando tienes un bebé en tu barriga... -recordó lo que le había contado su padre, días atrás.

-¡Entonces te ayudaré! -exclamó- ¡Si necesitas ayuda, te ayudaré! Así ni tú ni el bebé estaréis incómodos...

-Gracias, Shoyo -besó su cabecita-. Lo tendré en cuenta.

𝗟𝗮 𝗮𝗹𝗲𝗴𝗿𝗶𝗮 𝗱𝗲 𝗦𝗵𝗼𝘆𝗼 - Haikyū!!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora