Prólogo

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-¿Crees que deberíamos contratar a una doctora a domicilio? -decía Jihyo con termómetro en la boca con cuidado de no hacerlo caer- Ir hasta la clínica casi a diario, es muy cansado para mí.

-Si por mí fuera, yo te pago a los mejores doctores que existen para que te atiendan, noona. Pero no podemos pagarlo.

-Claro, entiendo. -suspiró, un pensamiento pasó por su cabeza y habló nuevamente- ¿Qué tal sí le decimos...

-¿A papá? -interrumpió de golpe.

-Por supuesto, podría ayudarnos con algo de dinero para pagar la atención médica en casa.

Un largo y pesado suspiro por parte del menor resonó en la habitación de su hermana, la cual ya comenzaba a oler a alcohol y medicina por el tratamiento contra el virus.

Su padre en algún momento fue un hombre de bien, dedicado a su familia y amar incondicionalmente a sus hijos. Sin embargo, no fue hace poco menos de un año que su familia se enteró el verdadero dinero que traía el señor a su propia casa.

Luego de que su padre confesara ser cómplice de una mafia y siendo remunerado por su trabajo sucio, su madre lo corrió de la casa y lo maldijo por el fácil camino que eligió y a su vez arrastrando a su familia a esas malas acciones.

Desde ese día en el que su padre abandonó su hogar, no se volvió a hablar de el y quedó en un sepulcral olvido y sobre todo rencor por parte de su esposa.

-Jihyo, sabes perfectamente que ese señor no es más parte de nuestra familia. Nos mintió y puso en riesgo al elegir ese camino. -concretó mientras le retiraba el termómetro de la boca y agitaba para ver el resultado.

38.5 está muy caliente.

-En estos momentos no me importa eso Jimin.

-Pues a mí sí. Nos hizo daño y a mamá igual. Así que no es no. O acaso la quieres ver destrozada de nuevo porque su hija mayor la haya desobedecido y recibido ese dinero obviamente manchado con quién sabe cuánta sangre.

Abrió la ventana, dándole paso a los rayos de luz de aquella mañana. A la misma vez el quejido de su hermana por la iluminación en su rostro, hizo eco en el lugar.

Creo que traeré el ventilador de Hoseok al cuarto de Jihyo.

-¿Y que esperas, que me muera lentamente aquí en mí cuarto sin apoyo médico? -se cruzó de brazos.

-Oh, por el amor de Dios Jihyo. Estás vacunada, no te vas a morir. Ya no te quejes.

-Oye tú, niño malcriado -se sentó en la cama y señaló a Jimin- ¿Quien te crees que eres para levantarle la voz a tu hermana mayor? ¿eh? Que no se olvide quién salió primero del útero de mamá.

-Fueron solo 54 segundos Jihyo, ya no llores.

-54 segundos que decidió el universo en que yo debería salir primera y ser la hermana mayor para corregir a mocosos como tú.

-Entonces deja de llorar y también deja de pensar que te vas a morir. -rodó los ojos recogiendo el botiquín y todas las cosas en la cama de su hermana- Quejándote así, no pareces tener 17.

Jihyo volvió a acostarse en la cama y arroparse en bolita.

-No no no, Jihyo. Tienes 38 de fiebre, no te tapes. Vas a sudar mucho más. Vamos, ven. Quítate la sudadera. -se acercó a ella para ayudarle a quitar su prenda y quedarse solamente con un corto polo manga 0.

A veces Jihyo lograba sacar de quicio o Jimin por su actitud tan engreída y de bebé que se enoja por todo. Pero la ama así como es, con todo y "defectos". Solo que, hay que enseñarle como comportarse a menudo.

-¿Me cubrirías en el trabajo luego de tu escuela? -comentó fugazmente mientras se hacía un poco de aire con sus manos- Podrías ganar un poco por mí y así pagar las consultas con el doctor.

-¿Cubrirte? -rió- No gracias, ya suficiente tengo con cubrirte en la escuela, no necesito tener más responsabilidades.

-Oh vamos, no es tan difícil. No quiero que me descuenten en mí paga, Jimin.

Jimin y Jihyo iban juntos a la misma escuela, obviamente en distintos salones. Ambos, alumnos ejemplares y sin ninguna mancha en el registro. Desde que su padre se fue de la casa, ellos decidieron que no era bueno darle más problemas a su madre en casa que unas malas calificaciones. Después de todo, ella es quién ahora vela por la educación, alimentación, hogar y vestir de Jimin y Jihyo.

Hace poco menos de dos meses, Jihyo consiguió un empleo de medio tiempo en un restaurante cerca de casa. Según ella era para comprarse cosas bonitas e independizarse de cierta manera. O al menos eso fue lo que le dijo a su madre. Pero la verdad era que estaba ahorrando para solventar los gastos en la escuela. Ella comenzó a pagarla desde ahí. De algún modo, ayudaba así a su mamá para salir adelante y darle un futuro que se merecen muy lejos de los pasos que tomó su padre.

-¿Y que se supone que haga? -Dijo aún irritado por su hermana- ¿Qué acaso no recuerdas que los dos juntos, fuimos a por ese empleo? Solo te lo dieron a ti, Jihyo.

-Sí, eso nunca lo voy a comprender. Tú eras mucho más capacitado que yo.

-Es porque el horrible de tu jefe solo quiere chicas bonitas que estén en el negocio para llamar la atención de los hombres. ¿No es obvio? -Procedió a pararse para dejar el botiquín en el baño de su hermana-

-Y yo que pensé que era por mis habilidades -hizo un puchero.

-De igual manera, no me daría el empleo ni por las 2 semanas en las que debes estar en cuarentena. No importa si digo que soy tu hermano y necesitamos el dinero. No soy una mujer.

Como si le hubieran puesto un alfiler en la cola, Jihyo brincó de la cama sutilmente al ser disparada por una idea fugaz. Algo loca y rara. Algo sumamente imposible de creer. Algo que, con un poco de suerte, funcionaría.

No soy una mujer

-Exacto. -Dijo la mayor casi en automático- No eres mujer. -sonriendo.

-Sí, eso fue lo que dije. -continuó guardando las medicinas en los estantes del baño- ¿Porqué suenas tan...

-¿Y si lo fueras? -interrumpió- Solo por dos semanas -Soltó emocionada.

Parecía como si esas palabras hubieran callado todo ruido alrededor, pues resonaba en la cabeza de Jimin desde el baño. Su silencio era más que sepulcral, estaba en shock. Y como si fuera involuntario dejó caer el frasco de alcohol.

-¿Qué?







Prólogo |LA FORMA DEL AMOR| Fanfic Jikook/Kookmin

Por Shin Minah|HOBIEARTH

LA FORMA DEL AMOR |jjk+pjm| kookmin. por hobiearthWhere stories live. Discover now