Capítulo 14: Pelea de harina.

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Josh.

Mañana es el desfile de Alex y en la cafetería estamos haciendo lo posible por ayudarla a que termine mi traje a tiempo. Liam le está ayudando a cocer, ya que vaciamos el lugar un par de horas antes y yo me ofrecí a prepararnos la cena a todos.

La mala noticia es que Chloe me va a ayudar y las cosas entre nosotros han estado bastante tensas desde la pelea por el chico que la trató mal.

Aun más tensas.

Ella y yo podremos no ser los mejores amigos y la mayor parte de tiempo nos repelemos el uno al otro, pero no por eso voy a considerar correcto que alguien la trate de esa manera.

Hubiera intercedido por cualquier otra persona que viera en esa situación, pero ella se lo ha tomado personal y ahora estamos los dos limpiando la cocina para hacer la cena en un total y tenso silencio.

En equipo comenzamos a limpiar todos los platos y acomodarlos en el lavavajillas. Al principio creo que es mi imaginación, pero ella se adelanta a donde yo voy a poner cada plato para quitarme el lugar y cuando su plato literalmente choca con el mío para ganarme, volteo a verla y me encuentro con una pequeña sonrisa de su parte.

Tomo el plato que puso y lo devuelvo a su pila que es igual a la que yo tengo para poner el mío a lo que me mira con coraje.

—¿Qué crees que haces?

—Limpiar. ¿Y tú?

—Tomar el té.—responde sarcástica

- -Obviamente que también limpiar, mi pregunta es ¿por qué quitas los trastes que yo ya puse?

—¿Por qué estás poniendo los platos justo donde yo los voy a poner?

—¡No lo estoy haciendo!

—¡Claro que si!— respondo sin quitarle la mirada de encima y ella me la responde viéndose igual de frustrada que yo.

—¡Que no!

—¡Que sí!

—¡No!

—¡Sí!

Sin darnos cuenta nos hemos acercado un poco y al percatarse de eso ella rápidamenre retrocede un paso y me deja levemente desconcertado por un momento.

Ella huele muy bien, tiene un aroma muy dulce y relajante de alguna manera.

—No es mi culpa ser más rápida que tú para limpiar los trastes.

—Si interceptas mis platos es obvio que serás más rápida que yo.

—Yo no necesito hacer eso para ganarte.

—¿Es una apuesta?—reto y ella asiente.

—Si yo te gano tendrás que obedecerme en cinco cosas. Lo que sea que yo te pida lo harás sin objeción.

¿Qué clase de cosas podría querer ella de mí? 

Seguramente me pedirá que me mantenga alejado de ella.

Aunque si algo he aprendido de Chloe es que es una persona muy impredecible, nunca sé que cosa nueva aprenderé de ella cada día o de que manera me molestará.

—Bien. ¿Y si yo gano?

—Ay no lo sé, rubio. Eso es tu problema, solo date prisa aunque sea en esto por favor.

Mientras ingenio algo, comienza a mover su pie con impaciencia con los brazos cruzados y suelta un bostezo exagerado.

—¡No hagas eso porque no puedo pensar!

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