Farolitos de Amor

Cerca de ti

Los personajes no me pertenecen, son de la gran Rumiko Takahashi esto es sin fines de lucro solo diversión por y para los fans.

Esta obra se reserva en su totalidad los derechos de autor, prohibida su copia o uso.

Una historia AU (universo alterno) solo tomo prestado los personajes, no necesariamente deben apegarse a sus personalidades.

Advertencia: está clasificada para mayores de edad, puede contener violencia física o emocional así como escenas eróticas y lenguaje soez.

—O—

Mientras caminaban en dirección a las duchas Akane no dejaba de ver el perfil perfectamente tallado de su acompañante, ese chico atlético y de bonita sonrisa que conoció hace cuatro años brillaba a su lado. Ranma tenía un "no sé qué" que en momentos como este la dejaba en absoluto silencio disfrutando meramente de su cercanía, aunque cuando ambos abrían la boca era como una bomba de tiempo a punto de estallar. Por más que intentaba alejarse de él, este volvía una y otra vez.

—Bueno, si necesitas... —comenzó a hablar Saotome, pero ella lo interrumpió.

—Estaré bien —se apresuró a decir.

Torpes e incómodos igualmente ambos esbozaron una sonrisa nerviosa y tímida antes de entrar cada quien al camerino.

Solo quedaban unas tres chicas dentro al momento en que Akane llegó a cambiarse de ropa no sin antes tomar una breve ducha, con el agua tibia cayendo por su blanca piel dejó escapar esas lágrimas que se atoraban en su garganta. La crisis de pánico que había sufrido minutos antes no era una buena señal, todavía sentía angustia y no deseaba regresar a clases pero el deber llama y con mucha fuerza de voluntad se animó mientras se vestía. Observó sus bonitos ojos almendrados en el espejo y no pudo evitar sentir pena por sí misma, con los parpados notoriamente hinchados tomó una gran bocanada de aire antes de salir a enfrentar el mundo, y como si fuese obra del destino Ranma se volvía a encontrar con ella justo a las afueras de las duchas.

Saotome rascó su nuca se acercó dubitativo y extendió su mano...

—¿Qué es eso? —preguntó ella.

—Chocolate, para que endulce tu día —respondió.

Akane lo recibió y abrió al instante, el pequeño trozo de bombón tenía un sabor muy similar a una golosina que ya había probado, la expresión en su rostro alivió el corazón preocupado del chico.

—¡Tu madre tiene un toque único! —exclamó sin dejar de saborear.

—¿Cómo sabes? —increpó un poco sorprendido.

—Ayer probé las golosinas que me obsequió, estoy segura de que ella hizo este chocolate.

—Siempre guarda dos bombones en mi mochila; según ella uno es para mí y el otro para con quién desee compartir un poco de su dulzura —aseguró un poco avergonzado.

—Delicioso, gracias Ranma —mencionó la menuda chica con las mejillas ligeramente coloreadas.

—No es nada, mejor caminemos antes de que el maestro nos castigue por llegar tarde —comentó para cambiar el tema, avanzaron a paso rápido y llegaron tan solo treinta segundos antes que el profesor.

Sin embargo, la clase completa notaba que llegaban juntos y no solo eso... una especie de aura mágica los rodeaba. El grupo de compañeros sabía que Akane había estudiado antes en el mismo instituto, pero para nadie pasó desapercibido que Saotome pasaba muy cerca de la "chica nueva" y que además prestaba demasiada atención, incluso más que por su coqueta novia tomando en cuenta la popularidad que la pareja había sembrado hace ya un año.