Escapar

1K 74 2
                                    


¿Qué acababa de pasar?

La niña no podía dejar de pensar en lo que su "padre" había hecho, pero había algo que la preocupaba aún más. Su padre.

En cualquier momento podría entrar en la casa, y a saber lo que podría ocurrir.

Pero mientras no estuviera ahí, todo estaría bien.

La pequeña estaba en shock, pero no dejó que eso le impidiera cuidar de su madre.

Se dirigió a su habitación y se aseguró de que todo estuviera bien, y una vez vio que su madre dormía tranquilamente, de momento. Salió de la habitación y cerró la puerta, y justo después, la puerta de la entrada sonó indicando que había alguien esperando.

La pequeña estaba asustada.

¿Y si era su padre? 

¿Y si la próxima fuera ella?

La pequeña se dirigió a la puerta con sus manos temblorosas y, muy despacio, empezó a abrir la puerta. 

Al estar completamente abeirta, pudo divisar a un individuo que, por suerte, no era su padre.

-H-hola, señor. ¿En qué p-puedo ayudarle?

Pregunto la chiquilla, que no sabía que más decir.

-No te preocupes pequeña, no te voy a hacer daño.

Dijo aquel señor. 

No parecía malo, al contrario. 

Su sonrisa se veía sincera, o eso quería pensar la pequeña.

-Soy el vecino de al lado. Solo he venido porque hace unos minutos se escuchaban unos gritos.

Así qué era eso.

¿Tan fuertes habían sido aquellos gritos?

Incluso el vecino pudo escucharlos.

-A-ah... yo...

La pequeña no pudo aguantar más y empezó a llorar.

Por otra parte, aquel señor no supo que hacer. 

Todo lo que hizo fue intentar consolar a aquella pequeña fuese como fuese.

-Tranquila pequeña, todo ira bien.

Unos minutos después, la pequeña pudo tranquilizarse y se quedó pegada al brazo de aquel señor.

No sabía por qué, pero sentía que no le haría daño.

La pequeña se separó de aquel señor, y el antes mencionado la miró a los ojos.

-Pequeña, ¿están tus padres en casa?

¿Qué debía contestarle?

Sí. Mi madre está descansando en la cama llena de golpes, y mi padre ha salido probablemente para que no lo arresten.

-S-solo esta mi madre, p-pero ahora e-esta dormida.

-Está bien, no te preocupes, pequeña. ¿Crees que puedas llamar a tu madre para que venga un segundo?

-E-ella no puede venir. Mi p-papa la golpeó, y no quiero m-molestarla.

Aquel señor cambio su cara inmediatamente.

Estaba claro que aquella chiquilla de ojos marrones no podía seguir estando aqui, almenos por un rato.

-Lo siento mucho pequeña... ¿Tu padre sigue en casa?

-N-no, él se fue justo después de la p-pelea.

El señor quedo un poco aturdido.

¿Cómo es posible que una niña de su edad, tenga que vivir todo esto?

El quería ayudar. No podía irse a casa así como así y dormir tranquilo.

-Escúchame pequeña, ve a tu habitación y recoge lo que puedas y mételo en una maleta, y cuando termines, dile a tu mamá que haga lo mismo, ¿esta bien? Haré lo que pueda para ayudarlas, lo prometo.

-E-esta bien señor.

La pequeña subió a su habitación, y metió en la maleta lo más importante i/o esencial para ella, y una vez terminó, fue a despertar a su madre.

-M-mamá... despierta...

-¿Que sucede mi niña?

Dijo su madre, con la voz aún adormilada.

-Debes hacer las maletas.

-¿Como que las maletas?

-S-sé que es muy aleatorio y todo, pero vino un porque escucho los gritos, y luego me pregunto que pasó y-y yo no supe que hacer y le dije que estabas goleada, y dijo que nos ayudaría. Es el vecino de al lado.

-¿El señor Bang?... Esta bien hija, no te preocupes, todo irá bien. Tu padre no nos va a volver a molestar, te lo prometo.


                                                                            🦋🌻     

𝔻𝔸𝔻𝔻𝕐 𝕀𝕊𝕊𝕌𝔼𝕊 - 𝔹𝔸ℕ𝔾ℂℍ𝔸ℕOnde histórias criam vida. Descubra agora