7.La mañanita.

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Yeimy

Entré lentamente a la habitación, estaba dormido, la luz estaba apagada así que casi que podía verlo muy poco.

Yeimy: - ¿Por qué me hiciste eso? - pregunté en un susurro.

Me acerqué a su rostro y lo quedé mirando por un momento para luego irme, pero al intentarlo una mano me sujetó de la muñeca.

Charly: - Perdóname, te juro que cambié - susurró muy cerca de mis labios.

 No me dio tiempo a reaccionar cuando sus labios se apoderaron de los míos.

Caí en la cama con el arriba, sujetó mis manos a un lado de mi cabeza y comenzó a besar mi cuello lentamente. Se incorporó para quitarse su camisa mientras me miraba lleno de deseo.

De un momento a otro, nuestros cuerpos ya estaban desnudos, mis manos viajaban por toda su espalda mientras él con una de las suyas hacía caricias de mi cintura a mi cadera y con la otra se sostenía en la cama.

Sus embestidas eran suaves, delicadas, que me hacían sentir sensaciones extrañas, emoción, placer, paz, todo excepto miedo.  Sentía como si estuviera volando, mis latidos iban subiendo a medida que lo hacían sus movimientos, con los ojos cerrados y sus besos recorriendo desde mis hombros, a mi cuello y labios. Siguió, no se detuvo. Nuestros gemidos fueron los que nos avisaron que estábamos a punto de experimentar un orgasmo.

Desperté con la respiración acelerada, me senté en el sofá y cerré los ojos para regularla. No me podía estar pasando esto. ¿Por qué?

- Menos mal y todo fue un sueño - suspiré.

Aún sentía sus besos en mi cuerpo, su respiración, sus caricias...

- ¡Ya Yeimy! - me regañé a mi misma.

Fui recordando lo que había pasado. El carro de Charly, la pizza, el auxiliar que nunca vino, de como me quedé dormida sobre Charly. Miré hacia los lados y estaba todo en silencio, así que fui hacia mi habitación y Charly no estaba.

Yeimy: - Este pirobo se fue y no me avisó, jueputa, en eso sigue igual.

Comencé a quitarme la ropa para darme una ducha y comenzar mi día. Me terminé de quitar el pijama y quedé en panti, abrí la puerta del baño y ahí estaba. Las gotas de agua cayendo por su cuerpo, su cabello despeinado y todo su cuerpo desnudo.

Yeimy: - Charly, ¿qué hacés acá? Pensé que ya te habías marchado - dije dandome la vuelta para cubrirme los senos.

Charly: - Uy que pena princesa - lo sentí decir.

Lo siguiente que sentí fue un albornoz sobre mi. Me cubrí y volví a mirarlo, tenía una toalla tapando lo que ya había visto.

Yeimy: - Gracias - dije mirando hacia otro lado.

Charly: - Me quedé dormido, los del auxiliar nunca vinieron - dijo mientras se rascaba la nuca.

- Tenía mucho calor, así que me metí a darme una ducha, que pena.

Yeimy: - Que serviciales pues - bufé.

- Y vos, muy confianzudo- lo señalé. - Me voy para que termines de vestirte - dije mirando su pecho.

Charly: - En dos minutos estoy listo y te dejo tu habitación - dijo nervioso.

Charly

Estaba termiando de vestirme y de mi cabeza no salía el accidente. Su cara de espanto, como se volteó para cubrir sus senos y me dejó una vista espectacular de su trasero. Mi instinto fue cubrirme rápidamente con una toalla y tomar el albornoz que había colgado para cubrirla. Me acerqué y sentir su olor, su piel, era muy tentador.

Porque todavía te amoOnde histórias criam vida. Descubra agora