15.

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El dia finalmente había llegado, en la mañana todos estaban subiendo sus cosas al bus, pasarian un rato más allí solo para alcanzar a despedirse y demás.

Quizás para aquellos que deseaban pasar un rato divertido antes de tener que soportar largos viajes. Como Meena, que aprovecharía ese tiempo para pasarlo con su heladero.

Porsha se habia despedido de su padre en casa, pero no habia rastros de awuel lobo allí, no planeaba despedirse al parecer, solo les dió el bus, asi que muchos respetaron su decisión.

Pero Moon...

El koala quería ver a Jimmy Crystal, no importa que, aunque sea despedirse, seguro estaría encerrado en su oficina.

Sus escoltas le negaron el paso diciendo que no estaba, pero eso no fue un impedimento para Buster Moon, un experto en meterse en lugares donde le  prohiben el paso o no está invitado, como las audiciones de aquella vez, la primera vez que vió a ese lobo.

Tenía una cara tan desdichada y aburrida, como si nunca llegaría la luz a su vida.

Pero pudo ver entonces en su propia obra como se iluminaba su rostro, parecia tan complacido, tan feliz, casi como cuando lo acariciaba, ¿Sería tan especial? No lo sabia, pero por alguna razón su corazón se sentía inquieto.

Claro, no podía mentir, había algo.

No sabía lo que era, tampoco si era normal, puede ser normal, es decir, a cualquiera le puede gustar una especie distinta, pero estaban en ligas diferentes, y nunca habia pensado en que su vida terminaria con alguien del mismo sexo.

Jimmy Crystal a primera vista es alguien irritante y odioso, y aunque no lo conocía mucho, sabia algunas cosas graciad a Porsha, quien, de hecho, no cerraba la boca. Sabía la soledad que tenía y como este mismos se aisló en trabajo.

Si de verdad necesitó terapia entonces siempre pudo ser curado, pero jamás pidió ayuda.

Era alguien fuerte e independiente, elegante y formal, pero sobre todo, fascinante, tan respetado ante todos, una auténtica joya en el mundo.

Y el solo era... Un pequeño koala de un pequeño pueblo, pero con grandes sueños e ideas, además de su teatro y obras increibles.

Quizás no sea como Jimmy Crystal, pero es que él era como Buster Moon. Auténtico y creativo... Además de ser alguien que nunca se rinde, y allí es donde, sin problemas, logra llegar a la oficina del lobo.

Pasando las puertas, las cerró detrás, los guardias lo andaban persiguiendo, y cuando miró enfrente, allí estaba, Jimmy Crystal sentado en su escritorio, con una expresión tan triste y solitaria como alguien a quien se le murió un ser amado.

-¿Buster? ¿Qué haces aquí?-Preguntó, estaba angustiado, trató de recomponerse, no quería verse mal ante el pequeño.

-Oh, eso yo---

Antes de seguir hablando fue interrumpido por los golpes en la puerta de los guardias.

-¿Te escabulliste hasta aquí?-

-Algo así... Quería verte.-

Casi como si se sintiera un flechazo, el lobo sintió aquello, un sentimiento tan olvidado. Pero primero, llamó con su telefono a Suki para notificarle a sus guardias que les dejaran en paz, entonces cerró, prestando extrema atención en el pequeño, su pequeño.

No, no debía ser posesivo, su terapeuta lo dijo.

-¿Qué necesitas, Moon?-

El lobo no quería ser malo, pero debía establecer distancia, no debía ser dependiente. Pero para el koala... El escuchar ser llamado por su apellido por el lobo fue un golpe, fue como decirle "no somos cercanos".

Pero el Buster Moon es conocido por ser insistente.

-Quería agradecerte por todo, Jimmy. -Aunque el lobo no le llame por su nombre, sí usaría el del otro. -Por apoyarme, por creer en nosotros, por el bus. También quería despedirme, despues de la gira no volveremos  así que deseaba decir adiós en persona.-

El lobo se levantó con pesadez, se acercó y le ofreció la mano.

-Fue un gusto conocerte, Buster Moon, gracias por cuidar de mi hija.-

El koala tomó su mano con gusto  logrando estrecharlas, pero luego le hizo unas señas, como si quisiera decirle algo pero estaba muy lejos. El lobo entendió y se agachó, pero lo único que recibió fueron unas caricias en la cabeza.

-Disfrute mucho pasar el rato contigo, y... Sé que trabajas mucho así que... Bien hecho, Jimmy. Sigue así.-

Tras decir eso, se fue, casi como huyendo, quizás tenía miedo por si la reacción era negativa.

Pero...

Jimmy Crystal solo se había quedado allí, quieto, recordando cada palabra y tratando de sentir otra vez mentalmente esas caricias.

Y, su cola simplemente se movía de un lado a otro.

Otra vez ese sentimiento, pero más fuerte.

Un ansioso corazón daba señales de vida en su pecho.

Sí, Jimmy Crystal, estás enamorado.

Antiestrés [CrystalxMoon/SING]Место, где живут истории. Откройте их для себя