•Capítulo 17•

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Las reglas eran claras, exorcizar y ganar, eso era todo. La peli verdosa había dejado en claro lo que cada uno haría dejándola a ella para exorcizar la mayor cantidad de maldiciones posibles incluyendo a la maldición de segundo grado puesta en el campo.

—Bien, vamos— la peli verdosa dio la orden final para ponerle todos a correr en conjunto— Bien, ahora Megami— La castaña asintió y pronto se separó por completo del grupo principal. Los ojos del pelirosa la siguieron todo el tiempo hasta verla desaparecer en el bosque.

—Estará bien, es la más fuerte de todos nosotros— la castaña a su lado le intento calmar, sabía a la perfección que su compañero estaba más que perdidamente enamorado de ella.

—Si—No quiso decir más, pues en su interior aún mantenía algo de enojo y rencor hacia la chica.

El bosque parecía bastante tranquilo, pero podía percibir fácilmente a las maldiciones a su alrededor que parecían huirle al sentir su energía maldita. No podía hacer las cosas muy rápido, los altos mandos la observaban de cerca y los demás estudiantes también. Ocultar su energía maldita ya se le hacía difícil y más aún con los altos mandos y sus ojos encima de la chica, era obvio que ya empezaban a sospechar.

—Uno— disparo una pequeña cantidad de energía maldita con sus dos dedos eliminando al instante una de las maldiciones de grado bajo. Se paseó por el lugar "buscando" las maldiciones para exorcizarlas, aún sabiendo a la perfección dónde todas y cada una de ellas se ubicaban, solo hacía tiempo.

—Te gusta perder el tiempo— la chica de cabellos negros la apuntan con su arma, la castaña giro levemente su vista para mirarla de pies a cabeza analizando por completo todo su ser.

—Tú debes ser Mai, la hermana de Maki— la peli negra chasqueo la lengua antes de dar el primer disparo, disparo que fácilmente fue esquivado por la castaña que simplemente hizo un leve movimiento hacia atrás con su cabeza.

—Ella no es nada mío— Grito para luego dar su segundo y tercer disparo, ambos siendo esquivados con una facilidad por la castaña que está vez se volteó por completo.

—Ese problema es entre ustedes, no te metas con los demás si no quieres terminar humillada— aquello había molestado en su totalidad a la pelinegra quien dio sus últimos tres disparos antes de recargar y ver desaparecer a la castaña frente a sus ojos.

—Tu alumna se está conteniendo bastante Satoru— El anciano sentado por detrás la observaba con determinación al igual que todos en el lugar.

—Sí...— el albino permaneció intacto en su sitio mientras en sus pensamientos pedía que la chica fuera cuidadosa y cumpliera su labor cuidando al chico.

De un momento a otro la energía maldita de todas las maldiciones al rededor había desaparecido y junto a eso una pantalla comenzó a cubrir el campo donde todos se encontraban.

—¿Una pantalla?— Esa era su señal para alarmarse, después de todo su deber en ese sitio era proteger al chico y eso era lo que haría. Corrió rápidamente por al bosque buscando la presencia del chico que se movía con velocidad hasta un punto en específico Cerca del río y fácilmente pudo saber por qué era la razón. Su llegada fue detenida de inmediato por el gorila de Toudou.

—Debo detener a esa maldición, suéltame— el enorme hombre le dirigió una mirada rápida admirando a la mujer frente a él.

—Tú debes ser Megami— dijo finalmente quitándole la vista de encima y maldiciendo en su interior por el gran gusto que tenía su Hermano con las mujeres.

—Este momento es para que Itadori pueda mejorar su técnica, por favor no estorbes— La soltó levemente, la chica no hizo ningún movimiento más, simplemente se paró a un lado del hombre que vigilaba cada movimiento del chico que al parecer lo hacía bastante bien.

La mujer que Sukuna Amo •Ryōmen Sukuna/Yuji Itadori• ✅Finalizada.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora