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El rubio paseaba por las calles de Japón mirando por la ventana. Aún no podía creer que había pasado medio año desde que se encontraba en esa asquerosa situación, pero no le quedaba más remedio que realizarla porque no sabia más de que manera podía conseguir tanto dinero.

El taxi había llegado a su destino, un hostal de mala muerte. Bajó del coche con desánimo mientras le paga al conductor por la ventana. Otra vez... Pensaba mientras subía las escaleras de la habitación donde había quedado y abrió la puerta encontrándose con dos hombres fornidos que no esperaron a cerrar la puerta tras de sí mientras le quitaban la ropa y empezaban a tocarle sus partes bajas y penetraban con furia.

Si, Chifuyu tiene una gran deuda. Le prestó dinero a su amigo del cual no sabe nada de él  que se dio a la fuga dejando mucho dinero su merced. Fue engañado. Prácticamente se estaba prostituyendo, se acostaba con personas (los hombres le pagaban más) y les daban dinero.

No le veía el fin a su situación, necesitaba un milagro para poder salir de esta.

Eran las tres de la mañana cuando salió del hostal, aquellos hombres se habían pasado mucho esa noche. Le dolía el cuerpo, iba caminando por una calle cuando se paró y para calmar el dolor que sentía.

-¿Estás bien? -preguntó una voz de un hombre

Chifuyu se dio la vuelta, había un hombre moreno de pelo largo recogido en una cola, llevaba un traje negro ajustado y una sonrisa malvada .

-Estaba impresionado mirándote a lo lejos pero ahora de cerca eres muy hermoso -le dijo el hombre -Te llevaré a tu casa

-No se preocupe puede ir solo -le contesto con miedo el rubio

-Deberías de aceptarlo -el moreno le dio un puñetazo en el estómago dejando al rubio inconsciente

Lo sostuvo entre sus brazos y lo metió en su limusina

-¿Quién coño es este? -preguntó un chico con un tatuaje de tigre en el cuello

-Me he enamorado de este chico 

-Baji, deja de hacer eso al final nos vamos a meter en un lío

-Tu no digas nada y vámonos a mi habitación

***

Chifuyu estaba soñando con que le habían pegado, si, un hombre alto con melena morena. Aún sentía los puños de ese hombre en su estómago cuando se levanto de golpe de la cama.

¿Dónde estaba?

-Buenos días -dijo aquel hombre moreno desde el sofá que se encontraba enfrente suya -Dormiste mucho

-¿Quién eres? -pregunto en desesperación

-Soy Keisuke Baji, yakuza -le sonrió -Encantado de conocerte

-¿¡YAKUZA!?

-Jummm... tu eres Matsuno Chifuyu de 27 años -el rubio se congeló- Tenias una tienda de mascota que se fue a la bancarrota dejando en deuda 30 millones de yenes -hizo una pausa -Eso es mucho dinero, nunca conseguirás pagarla de esa forma...

Chifuyu tragó saliva pensando que debería de decirle.

-¿Que quieres? -le preguntó el rubio

El moreno se sentó en la orilla de la cama, mirándolo a los ojos que eran sumamente oscuros como sus intenciones.

-¿Quieres ser mi puta? -le sonrió de medio lado - Me enamoré a primera vista de ti. Si aceptas te puedo pagar 6 veces más de lo que hacen los otros

Chifuyu se quedó en silencio analizando la situación. Si aceptaba su deuda se cortaría en dos años o menos. 

-Acepto -decidió - Pero con condiciones

-¿Cuáles?

-Yo decidiré si acepto los juegos sexuales que escojas, tendré libertad en ese sentido

-Que aburrido eres... -dijo mientras se tumbaba en la cama

El rubio se le acercó

-No digas eso, ya has hecho eso antes, ¿verdad?

-No dije que no. Estoy deseando disfrutar de lo que sabes hacer

Fue todo un milagro lo que le había sucedido a Chifuyu.

El rubio estaba entre sus piernas mientras chupaba todo su largo falo y Baji le cogía por la mejilla mientras la acariciaba suavemente.

-Chifuyu, me encanta que me mires así. Tienes unos preciosos ojos.

Chifuyu abrió la boca y se podía ver la esencia del moreno en sus labios.

-Gracias por el cumplido

Se subió encima del moreno y esté le metió un dedo en su parte trasera.

-Duele... -se quejó 

Baji lo tiró encima de la cama y cogió de la mesita el bote de lubricante, lo echó por los mulsos del rubio y lo extendió.

-¿Que haces?

-Cierra tus piernas -le ordenó

Chifuyu las cerró, Baji se colocó entre ellas y metió su pene por dentro de los mulsos. Comenzó a moverse rápidamente dando embestidas.

-No es suficiente pero podemos acostumbrarnos por el momento.

El rubio se llevó la mano a la boca y evitó mirarlo a la cara, extrañamente se sentía raro esa situación pero lo cierto era que le gustaba.

-No finjas que no te gusta, Chifuyu

- Tonte... aaaahhh... -gimió el rubio

Baji aceleró las embestidas y le tocó el miembro

-Mmm... eso es -hablaba el moreno entrecortado - Me encantas

Tomó su cara entre sus manos y lo besó. Esa boca fina, Baji iba a explotar en cualquier momento, metió la lengua en la cavidad del rubio y ambas lenguas se encontraron. Cortaron el beso para gemir a la vez y echar sus fluidos.

-¿No te ha dolido, verdad?

-No, tranquilo

Se tumbaron en la cama, el rubio volvió a sentir su cuerpo cansado y se durmió en los brazos del moreno. Se había llevado una buena impresión de Baji, a pesar de ser un yakuza fue atento con él y se preocupo.

Cuando abrió los ojos se encontró con Baji en la ventana fumando mientras hablaba por teléfono.

-Si, no lo mates aún -le dio una calada al cigarro - Sácale información

En ese momento giro la cabeza y vio a un Chifuyu asustado por lo que colgó el teléfono y se acercó hasta él.

-Bueno días, de nuevo -apagó el cigarro - ¿Te he asustado?

-Mmm... bueno... estoy un poco confundido

-Haré todo lo posible para que te sientas cómodo -le dio un beso en la mejilla- Me tengo que ir al trabajo, te dejo mi número de teléfono y te llamaré cada vez que quiera verte

-Entendido



Mío. { bajifuyu}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora