Nostalgia. [AuronBowl/Karmaland]

Dysphoria [LolitoPlay]

El pueblo de Karmaland celebraba con emoción el nombramiento de su nuevo alcalde, Lolito. Todos estaban felices y emocionados, si bien no era quien algunos deseaban, pues al menos ya tenian un alcalde y eso ya era algo.

Claro que, una persona que no estaba nada feliz fue Luzu, pero no tenía con quien quejarse, solo enfadarse consigo mismo.

Sí, Auron votó por Lolito, ¿Pero qué podía decirle? Despues de todo, Lolito era su pareja, por mas que sea su mejor amigo no podía pedirle algo así, podria molestarle en su relación.

Quizás, no era su destino ser alcalde, ¡Lo entendería, enserio! Simplemente deseaba... No lo sé, quizás tener la oportunidad de ser alcalde, pero ahora mismo solo iba a recurrir a la soledad como metodo de superación de aquella situación.

Por otro lado, Auron se sintió feliz con Lolito, ¿Cómo no? Estuvo dias aguantando al de ojos verdes con lo de la alcaldia y finalmente lo habia conseguido, se sentía agradable saber que fue parte de cumplirle el sueño a su pareja.

Lolito sería alcalde, claro que estaría feliz, recordaba aquellas charlas...

-No sé si gane, Auron...-

-¿Por qué no ganarías? Eres increible, Lolo.-

-Nadie cree en mi, nadie lo hará tras... Todo.-

Cierto, Lolito no tenía el mejor historial a diferencia de su competencia, era tachado por un loco obsesivo, totalmente inestable. Si bien la causa principal fue Mangel, cuando tuvo la oportunidad lo apartó de su vida, quería ser libre, sanar, y Auron estaba allí en cada paso.

Auron fue la única persona, su único amigo, aquel que le ayudó a ponerse de pie, dejar todo atrás y avanzar, también le enseñó a tener sueños, y Lolito de verdad quería la alcaldía. Con el tiempo y el cariño tuvieron sentimientos por el otro.

Ahora, Auron suspiró sonriendo y abrazó por la espalda a Lolito, quien se encontraba de pie frente a la puerta de salida dentro de la casa tridente.

-Yo confío en tí, Lolo.-

-Gracias, gracias, gracias...- Dijo Lolito.

Se giró y abrazó de frente a su pareja, por todos los dioses, de verdad que Auron lograba calmarlo y llenarlo de felicidad, le animaba a hacer tantas cosas, se sentía tan feliz de poder tenerlo.

-No hay de que, Lolo, ya veras, te apoyaré en la candidatura.-

-Muchas gracias, aunque, si pierdo, no me molestaré tampoco, porque al fin y al cabo te tengo a tí, eres más importanre que nada.-