Severus Snape |All x Severus|

🌿 10| Charlie Weasley.

Charlie Weasley era talvez el novio más odiado dentro del harem de Severus.

Que fuese un Weasley solo le añadía más sal a la herida (O eso solían decir los Malfoy).

El eterno conflicto que siempre había existido entre Charlie y las demás parejas. La disputa se basaba en que el hombre no podía ver nada que considerara "bonito para Severus" porque lo adquiría de alguna u otra forma y aunque estaba bien, era jodidamente frustrante para todos. Elevaba el nivel del grupo.

El problema era que Severus apreciaba los gestos pequeños y los grandes ingredientes para pociones, ¿Y adivinen quien tenía acceso a un montón de animales mágicos que podrían ser geniales para elaborar una complicada poción?, Así es. Charlie era el cabrón más peligroso.

Charlie suspiro y apagó su teléfono, luego de rectificar que, efectivamente la mitad de sus co-parejas en el harem de Severus lo habían bloqueado de la mitad los chats. Ahora solo estaba en dos, el grupo personal de los Weasley y el oficial, en el que solo Severus era administrador.

— ¿Algún problema?— Oh cierto, estaba en la casa de su Severus, luego de tener una "Reunión Snape" y que casi todos los gryffindor's lanzaran duros comentarios mordaces en su dirección y que los Slytherin lo ignoraran, con gracia y belleza.

— No, no, claro que no.— Negó de inmediato, con una sonrisita dulce, que para Severus se veía culpable.

— Mmh, ¿Seguro? Sabes cuánto odio las mentiras.— Snape arqueó una de sus oscuras cejas, usando "la mirada".-— Así que a menos que quieras que yo también te bloquee de mis chats, preferiría que me hablaras de eso que está pasando entre tú y los demás.

Charlie suspiró y apoyó su espalda en el respaldo de su silla, apoyando su mano en su rostro y sonriendo. ¿Cómo habría creído que podría ocultarle algo a este hombre?

— ¿Ya te enteraste?

— Los gemelos me dijeron.— Delató el último Snape, encogiéndose de hombros como si aquello en realidad no fuese una traición a su hermandad.

— Esos traidores..— Siseó, cubriendo su rostro con sus palmas y exhalando un suspiro cansado.—¿Estás enojado?

— Mmh..— Severus guardó silencio, como si de verdad estuviera contemplando su posibilidad de respuestas.— Un poco, si. Pero estoy muy decepcionado de que tuviese que acudir a los chismosos para enterarme que estaba pasando con las personas con las que comparto cama todas las noches.

Charlie se encogió en su lugar, recibiendo la reprimienda que debería haberle llegado a todos, no solo a él.

Severus extendió lentamente su mano y tomó la cálida mano del segundo hijo de los Weasley.

— Pero los entiendo.— Dijo finalmente el hombre más inteligente (aparte del lord oscuro) con el que había hablado.— En realidad, debe ser sofocante tener que compartir algo tan importante como una pareja con once personas distintas con las que nisiquiera te llevas bien.— Exhala un lento suspiro.— Sé que ustedes tienen sus formas de resolver sus conflictos sin que yo me entere o intervenga para que todo sea más justo, pero no puedo evitar preocuparme, los amo a todos. No me quedaré de brazos cruzados si siento que sus maniobras de "resolución de conflictos" son demasiado estúpidas.

Charlie sonríe y asiente, escuchando con mucha atención cada palabra de su pareja. Todo tiene sentido y no puede evitar preocuparse, no quiere que Severus tenga inseguridades, jodidamente que no quiere.

Atrae al Snape en un abrazo.

— Todos estamos aquí porque así lo deseamos y porque te amamos más que nada en el mundo. No te preocupes por esta tontería, aún están enojados por lo que pasó en casa de mi madre.— Acarició el largo cabello del pocionista, con mucho cuidado.— Ya se les pasará. Sirius y Harry solo tienen que esperar a que Remus los ponga en orden, Neville nisiquiera está molesto y mis hermanos ya sabes cómo son. Los Slytherin están muy tranquilos, ellos son más de guerra fría.

Severus asiente, los gemelos solían contarle pequeños fragmentos de cada reunión, porque bueno. Ellos son los chismosos de la relación, si había un rumor en el grupo, entonces ellos lo sabían, solo que ellos tenían un precio muy alto.

— Bien, dejaremos esto aquí.— Murmuró Severus. Besando dulcemente la frente del pelirrojo.—  Porque sé que no me vas a contar todo.— Susurra bajo y suave.

Más que molestarlo, esta.. Lealtad que los doce tenían lo llenaba de orgullo, sus hombres trabajaban muy duro para que esta relación funcionase de manera correcta.

Charlie ríe suave, pero no lo niega. Todos guardan los secretos de todos no por sí mismos o para protegerse, es para proteger a Severus. Todos tienen una lealtad increíble hacia el último Snape, lealtad que todos muestran de maneras distintas.

— Te amo, Sev.— Murmura suave y bajo, con una sonrisa suave y dulce. Es un tonto que no puede ocultar lo que siente por este maravilloso hombre, aún si su vida dependiese de ello.

Severus agitó una de sus manos, casi como si le restara importancia, pero Charlie vio la suave sonrisa tonta que se instaló inmediatamente en la boca del oscuro hombre, era simplemente perfecto y mientras pudiese hacer que el ex profesor pudiese sonreír así, entonces todo estaba bien.

— Entonces.. ¿Que más te contaron los gemelos?— Pregunta bajo y suave.

Severus se encoge de hombros, tomando entre sus manos el ejemplar que Charlie le trajo (ignorando que talvez al día siguiente un muy orgulloso Lucius Malfoy traería el mismo libro como regalo), observándolo con ojos curiosos.

— Solo.. Cosas.— Severus se encogió de hombros, dejando el asunto al aire.

— ¿Cómo que cosas?, ¡Esos dos son más chismosos que Sirius y Lucius! ¡Y todos sabemos que Sirius y Lucius van a la misma peluquería!

Severus ríe. Es verdad, desde que el heredero Black y el patriarca Malfoy descubrieron la maravillosa variedad de productos y establecimientos Muggle de cuidados para el cabello, iban muy seguido, de hecho crearon su propia peluquería mágica y por supuesto, como cualquier ama de casa, ambos se enteraban de jugosos chismes mágicos mientras se paseaban en el salón para un retoque para las canas o un nutritivo masaje capilar.

— Ustedes tienen sus fuentes, yo tengo las mías.— Severus ojea atentamente el libro, sus largos dedos moviéndose lentamente sobre las hojas del delicado papel.

— Eres tan cruel..

— Gracias, extrañaba que me lo recordaran.

Charlie bufó, cruzándose de brazos. Este sería el nuevo tema a discusión en la próxima reunión Snape.