4 * "Lobo Nocturno y El Bromas"

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-Venga Vegetitta- pidió Rubius.

-Que no, Doblas, ya te dije que no- repitió con cansancio trabajando en los cultivos del menor.

-Vaaaamooosss, nunca te vi con una TNT en las manos- dijo haciendo un pequeño puchero- anda, solamente uno, sólo uno y nada más-.

Para Vegetta negarse a los caprichos de Rubius era algo casi imposible de hacer, si podía decir que no a algo hasta siete veces, pero terminaba cayendo ante sus pedidos de una forma u otra. El castaño siempre se las ingeniaba para conseguir lo que quería de él... aunque en el fondo, el mismo Vegetta sabía que adoraba concederle aquellos caprichos infantiles.

¿El de hoy?

Rubius quería volar un pedacito de los terrenos de Fargan por engañarlo y robarle diez karmas de oro. Ahora quería venganza, dulce venganza y quería que Vegetta lo ayudara.

-Vengaaaa, Vegetta así podrás vengarte de las veces que Fargan voló tu puerta de entrada- dijo divertido rodeándolo con sus brazos cual serpiente.

-Rubius, no, si quisiera vengarme de los que volaron mi puerta, entonces también tendría que volarte parte de tu terreno, tontito- respondió divertido.

El castaño se puso frente a él para abrazar sus caderas- a mí no tienes que volarme nada, sabes que puedes pedirme lo que desees y te lo daré... lo que sea- dijo con tono coqueto.

Vegetta negó con una sonrisa y continúo con su trabajo- pero vamos a ver Doblas, me pediste ayuda con tu huerto y en lugar de ayudarme estás bobeando. Venga, ayuda o me marcho- dijo cruzándose de brazos.

Rubius asintió resignado, poniéndose manos a la obra para ayudar al mayor. Pero no iba a darse por vencido en su capricho, hasta ahora aquel berrinche era el que más trabajo le estaba costando conseguir, así que más le gustaba el reto.
Le dio los pro de porque debían vengarse y aseguró que solamente sería un sector de tierra de su terreno y que ni las casa ni animales ni huertos saldrían heridos, que por esa razón ni siquiera pasaban aldeanos y quería que él lo acompañará, para asegurarse de poner la TNT a una buena distancia.

Luego del huerto continuaron con los corrales de los animales, Vegetta quería golpearlo, tenía a todos en un mismo corral, pollos, cerdos, vacas y sus caballos estaban en un cuadrado de doble madera cruzados.
Comenzó a diseñar en amplio establo para sus animales, y tuvo que ampliar la zona de la isla flotante para poder ubicarlo bien, razón por la que tuvieron que ir por tierra y también un poco de arena.

Bajaron de la isla flotante y se pusieron en marcha. Rubius lo distrajo lo suficiente para comenzar a juntar tierra cerca de la casa de Fargan.

-Uuff esto es muy agotador- dijo el castaño sentándose en el suelo- ¡¡Ya sé!!- volvió a ponerse de pie mientras se acercaba a el azabache y detenía sus movimientos- usemos estás- le dijo mostrando algunas TNT que sacó de su inventario mágicamente.

-Doooblaaaasss- su voz sonaba a advertencia.

-Ya Vege, no seas tan Flanders- pidió- ya que no me dejas usarlas para mi venganza, entonces déjame usarlas para no trabajar tanto- dijo cruzando sus brazos y haciendo un puchero.

El mayor bufó. Pensándolo brevemente pues, resultaba de mucha ayuda, así lo harían más rápido.
Asintió dando su aprobación y Rubius corrió a abrazarlo. Maldito comprador, pensaba Vegetta. Esa expresión de niño pequeño era su completa debilidad, era consciente de ello.

Rubegetta Month 2022Where stories live. Discover now