22 * "Lenguaje Corporal"

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El castaño reía escandalosamente en una mesa con otros dos amigos, eran clientes habituales de aquel café por lo cual los empleados ya los conocían.

-Hola ¿Qué tal él día de hoy Samuel?-.

-Hola Luzu, no sabía que ya habías llegado- saludó el azabache al castaño quien recién llegaba.

-Claro que no, si tu mirada no sale de aquel chaval- sonrió haciendo seña con su cabeza hacía uno de los tres chicos en la mesa del fondo.

-Jajaja que va- respondió dándole un codazo haciéndolo reír. Por un momento, sintió un como si alguien los observara, pero cuando buscó, no se topó con la mirada de nadie.

Aquel trio que había ingresado, pagó lo consumido y se fue de aquella cafetería. Samuel había caído en que los tres eran estudiantes de secundaría, cursando el ultimo año en un instituto cercano a aquel lugar. 

-Siempre vienen en tu turno ¿lo sabías?- preguntó Luzu sacándolo de sus pensamientos- y cuando no estas preguntan por ti- le informó.

Samuel lo miró incrédulo- ¿Qué dices? seguro son imaginaciones tuyas- respondió mientras limpiaban las mesas para cerrar el local.

Luzu y Samuel estaban terminando la universidad, por lo que estaban trabajando a medio tiempo en la cafetería del padre del castaño, ambos al ser bastante atractivos lograban llenar el café tanto de mujeres como de hombres, pero al final siempre se quedaban por el ambiente, tan cálido y atento, uno en el que cualquiera podía sentirse cómodo.
Aquel pequeño grupo de tres, llegó un día de primavera cerca de que se cumpliera un año desde que Samuel trabajaba en aquel lugar. David, Alejandro y Rubén. El primero era el más escandaloso, el que hacía chistes bobos y hacía reír a los otros dos, de cabello castaño y una barba que intentaba crecer en su mentón, el segundo era el más pequeño físicamente hablando de cabello azabache y con cierto rostro aniñado. El tercero por otro lado, era alto, castaño y piel clara, por alguna razón era él que menos se notaba, no era escandaloso, reía con sus amigos pero no de forma que pudiera llamar la atención de otros y quizás sólo por no resaltar entre sus amigos era que resaltaba para Samuel.

*

El sábado fue lluvioso y a penas si quedaban un par de clientes en la cafetería pero aun faltaban dos horas para cerrar.

-Sam- Luzu lo llamó señalando el exterior de la tienda.

Parado a un lado de la puerta apoyado contra la fachada del local estaba el castaño. Mirando al parece como las gotas de lluvia caían del toldo del local.

-¿Rubén?-.

El castaño se sobresalto un poco cuando fue llamado por su nombre y bajó su mirada al ver al azabache en la puerta de entrada.

-¿Estás solo?- preguntó.

Rubén asintió sin mirarlo.

-Los chicos no están dentro- le informó por si los estaba esperando.

El castaño sobo uno de sus brazos con su mano y titubeo- ellos...- carraspeo- ellos están en una cita- dijo sin mirarlo.

Samuel no entendía que pasaba con el castaño, su mirada atravesó la vidriera donde Luzu hacía señas con sus brazos y casi con todo su cuerpo, enarcó una ceja porque no lograba comprender el mensaje de su amigo, hasta que Luzu señaló a Rubén, luego a él y por ultimo una de las mesas en el interior.

-Ven Rubén, entra, hace mucho frio afuera- dijo tomándolo del brazo y asustándolo brevemente por el inesperado movimiento- te prepararé un chocolate caliente mientras esperas a quien este llegando- Samuel supuso que el castaño estaba esperando a alguien y al verlo tan nervioso, supuso que se trataba de alguien en quien tenia cierto interés del tipo romántico, algo que le dolió brevemente sin comprender.

Rubegetta Month 2022Donde viven las historias. Descúbrelo ahora