CAP. 3-- EPIFANÍA

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Epifanía: Momento de sorpresiva revelación. ✨




En el capítulo anterior…



F: Necesito que vengas ¡YA!


V: ¡Pero que te piensas! ¿Tú crees que me tratarás como se te venga en gana? Es que ni sé cómo tienes ni número. (Enojada)


F: La niña me lo ha dado, dice que tú le dejaste tu tarjeta por si necesitaba algo, el caso es que te pido que vengas urgente. (Relajó el tono de su voz)


V: ¿Le ha pasado algo a la niña?... (preocupada)


F: Afortunadamente no, es Luz de luna que la veo muy mal.


Se siente un silencio del otro lado de la línea, ella de cierta forma está comprometida a ir.


F: Victoria, por favor…

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V: Yo sé lo que he prometido, no se me olvidan las cosas tan fácilmente pero ahora estoy un poco ocupada Federico ¿Es tan urgente como para tener que ir ya?


F: Fíjate que tan grave es que me estoy rebajando y llamándote (Sin darle tiempo a reaccionar cuelga la llamada)


Ella no puede evitar sentirse mal, lo llama una y otra vez pero él no contesta. Realmente estaba preocupada, para que él la llamara pidiéndole algo tenía que ser verdaderamente urgente. Él por otra parte esperaba la reacción orgullosa de ella, pero en el fondo creía que dejaría todo lo que estuviera haciendo para acudir a su llamado.


Y efectivamente, Victoria inmediatamente olvidándose de todo pone rumbo hacia la hacienda, agarra su bolso, su celular y su maletín médico, suponía que esas prisas eran de gravedad.
Llegando sin casi ser esperada, va en busca de Federico encontrándolo en las caballerizas junto a la pequeña Carolina, ambos con una expresión desoladora en sus rostros.


Inmediatamente después de que la ven, la niña acude a ella corriendo para abrazarla, estaba atacada en llanto, sus lágrimas llenas de pura amargura recorrían sus pequeñas y rosadas mejillas, Vicky la carga y la consuela secándole su carita. Es extraño pero las dos sienten la necesidad de estar una junto a la otra y llenar sus grandes carencias afectivas.


Aún con la niña cargada establece una conexión mediante miradas con Federico, esos ojos verdes detonaban una tristeza inmensa que traspasaba más allá de sus pupilas expresando todo lo que sentían.
Dejando a la niña en el suelo se dirige hacia el animal que estaba tumbado, encontrándose grave, inmediatamente informa de su estado omitiendo ciertas cosas para no dañar a la niña y da ciertas instrucciones para trabajar en base a su recuperación.


V: Si no te molesta yo me quedaré a ver como pasa la noche, necesita de cuidados constantes.


F: No es necesario que te quedes, no vaya a ser que te cause problemas con tu marido (A modo de celos, era bien posesivo, ya la había mandado a investigar llevándose una desilusión al saber con quién estaba).


V: De mi marido no te tienes que preocupar, él sabe bien quién es su esposa, pero además yo estoy aquí por puro trabajo y por el compromiso que siento con tu hija no por más nada (Se sintió molesta con las palabras de Federico) ¿Qué se creía ese infeliz?¿Cómo sabía que estaba casada? ¿Acaso era para descubrir si lo estaba o no?

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