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A veces las feromonas de Izuku se sentían como un baño de feromonas qie aliviaban y atraían, pero otra veces podían llegar a ser asfixiantes. El olor a la canela, era asqueroso, no, asqueroso no era la palabra...

Tampoco era desagradable o agradable pero en su caso no le gustaba, incluso recuerda "reirse" por lo mismo, por su peculiar aroma.

Aunque durante muchos años, eso fue lo que pensó Katsuki, en efecto, no le gustaba el olor que desprendía el omega, pero cuando estaba en celo... Era un caso particularmente diferente... Ese desagrable olor a canela, pasaba a ser— ante su olfato— un olor bastante dulce y cálido.

¿Alguna vez comieron frambuesas, arándanos, fresas, uvas juntas? Esa combinación de frutas juntas era deliciosa, y ante el olfato del alfa... Izuku olía como todo eso junto cuando estaba en su celo, y olía demasiado bien, un olor atractivo cuando estaba en su celo.

El omega ya en sí, era hermoso, pero este pequeño detalle y cuando estaba en su celo, era problemático ante los ojos de Katsuki.

Asi que, en estos momentos estando juntos, ese pequeño omega, era su mayor miedo. Katsuki Bakugō, no quería tocar nunca de los nuncas a Izuku sin su consentimiento.

E incluso con el mismo, esté prefería evitar tales contacto a menos de que fueran necesarios.

Aunque ahora se hallaban comiendo tranquilamente, un poco de ramen que era lo único que tenían para hacer fue calentar agua pero Izuku actuaba como si estuviera algo alcoholizado, sus mejillas y movimientos era algo torpes.

Y Katsuki lo supo, esa misma noche le tocaría vivir el celo del omega en la misma casa.

Usualmente, Izuku le informaba que su celo estaría pronto a llegar, vivía con Izuku asi que siempre era mejor mantener la guardía alta— aunque Izuku también lo hacía— aunque para la mala suerte de ambos, los celos de los omegas eran una vez cada mes, y su duración siempre variaba, pero en el caso de los alfas, ellos solo tenían sus celos una vez cada tres meses.

Aún así Katsuki era consciente de que las mismas feromonas de un omega, podían hacerlo actuar irracionalmente asi que, antes de que apareciera el celo de su amigo, se iba con los "idiotas" pero este no era el caso.

Habían pasado unas horas en las que un cansado y torpe Izuku subió las escaleras a la habitación más lejana a Katsuki. Buscando encerrarse en el cuarto que parecía ser el de los padres, probablemente.

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En la habitación en la que Izuku estaba, se vivía un infierno, o bueno, quién vivía un infierno era el omega.

Odiaba su celo, era desesperante y afectaba a su Kacchan siempre, en los mangas, libros informatimos lo mostraban como algo placentero con el cual pasar con tu pareja, pero era sofocante, doloroso, cansado y placentero, eso último no lo negaría.

Aunque había algo más que lo hacía odiar esos tres días, era el anhelo.

El jodido anhelo por un alfa cualquiera que lo cogiera sin importar qué, él solo pensaba en el hecho de querer tener a un alfa haciendolo suyo, pero a quien más anhela incluso estando al borde del deseo con su omega era a Katsuki, su parte razonable, sabía que no quería a ningún alfa a menos de que fuera Katsuki, sin importar qué y en eso era algo en que en partes su omega despreciaba, porque su instinto le hacía sentir un poco de desprecio hacía ese cenizo.

Se podría decir que Izuku Midoriya sentía ambivalencia hacía el rubio alfa.

Pobre Izuku, tener sentimientos conflictivos contigo y tu omega, no ha de ser para nada fácil.

Survive Together [Bkdk]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora