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Hola mis bebés como están, espero que les guste este capítulo y espero que lo disfruten y es el primer cap de hermanos pasivos, ya entenderán porque lo digo, adiós picaron@s.

Narra Jack

Me encontraba acostado en la cama, Luis se encontraba tomando una ducha y yo estaba analizando algo, como sería ser el pasivo, por lo que escucho y veo Luis lo disfruta, me gustaría saber que se siente ser el de abajo, Joder pero que diablos estoy pensando, en ese mismo instante salió Luis con una toalla secándose el cabello y desnudo completamente, su miembro era muy grueso y grande, joder que me partiría, me sonroje al ver como Luis me miraba con una sonrisa pícara, aclare mi garganta y pregunté lo que me estaba carcomiendo la cabeza por un buen rato.

-Luis te gusta ser el pasivo- vi como en su cara se ensancha esa sonrisa.

-me encanta, pero algún día quisiera ser el activo.

-pues se lo- vi como sus ojos se abrían sorprendidos y yo trataba lo más posible de que el no notará mi sonrojó.

-hablas en serio- me pregunto, yo asentí y vi como el se acercaba a mi y me besaba con fiereza, yo le correspondí el beso con todo el gusto del mundo, me fui recostando en la cama y él se posicionó arriba de mi sentandose en mis caderas, rozando con su desnudez mi miembro desnudo, gemí por su toque. Él bajo sus besos por mis hombros y yo gemí más alto, se paró en uno de mis pesones y comenzó a lamerlos con una delicadeza deliciosa y profunda, siguió bajando sus caricias por todo mi cuerpo hasta llegar a mi miembro, bajé la vista hacia hay, y él tenía los ojos posados en los mios cuando lamió la cabeza de mi pene haciendo que yo gimiera en alto, su mano rodeo la base de este mientras que su boca se encargaba de mi longitud, rodé los ojos y lanze un gemido gutural que pensé que no había sido yo quien lo hizo y haciendo que me avergonzara colocandome rojo de pies a cabeza, sentí esa corriente eléctrica recorriendo mi cuerpo hasta posarse en mi vientre bajo, y estalle de un delicioso placer gritando el nombre de Luis el cual retumbó en toda la habitación, dios que orgasmo.

Él subió dejando pequeños besos en el trascurso, llegó a mis labios y los besó delicadamente, estiró su mano y busco en la gaveta el lubricante y llenó dos de sus dedos con este y viéndome a los ojos acerca uno a mi entrada donde hizo círculos y luego fue entrando en mi, inmediatamente me tense por instinto, el beso mis labios y termino de entrar el dedo, no dolía sino que incomodaba mucho, comenzó a sacar y entrar ese dedo y cuando estuve lo suficiente preparado entró el segundo y pegué un grito de dolor.

-respira amor, lentamente- yo hize lo que Luis me decía hasta que logré calmar y olvidar el dolor, el comenzó a entrar y sacar ambos dedos y a hacer tijeras con éstos, yo estaba tensó ya que me dolía, joder si solo con dos dedos duele, ya me imagino cuando él esté dentro de mi, sentí un placer recorriendo mi cuerpo cuando Luis rozó esa parte en mi interior haciéndome gemir, siguió chocando su dedo en el mismo lugar y luego los saco haciéndome sentir vacío y me dio la vuelta colocandome boca a bajo, levanto mi trasero y puso un poco mas de lubricante, sentí la cabeza de su pene en esa área y como entraba lentamente en mi, sentí como sí me desgarraba dolia horrores, ya me imagino si alguien lo entrará de golpe, cuando su pene estuvo completamente en mi interior se quedo quieto esperando a que me acostumbrará un poco a él, cuando sentí que ya no me estaba desgarrando del dolor, dije.

-mueve- y el así lo hizo, movió sus caderas y comenzó a embestirme lentamente, chocando en mi punto, y haciéndome gemir de placer, comenzó a embestir cada vez más rápido en mí, mientras me tomaba por el cabello jalandolo, yo gemía por las sensaciones que me embargaban y el placer que me recorría todo el cuerpo, dios estas sensaciones eran maravillosas, sentía que en cualquier momento estallaria en pedazos, él seguía dando esas estocadas cada vez más profundas, llevándome a un abismo donde estaba a punto de lanzarme y caer en esa oscuridad que me llamaba sin piedad y esa electricidad volvió a recorrerme sin ningún remedio y caí en esa oscuridad placentera del orgasmo, gritando hasta desgarrar mis cuerdas vocales y gritando con todo mi aliento él nombre de mi amado, sentí algo caliente llenándome completamente dejándome saber que él también había llegado y estaba derrumbándose en pedazos arriba de mi y yo estaba atento a recoger sus pedazos y unirlos entre mis brazos débiles.

Sentí como el se recostaba en mi espalda y me daba vuelta colocandome cara a cara a él, acaricié su sonrojada piel y bese sus labios, las sensaciones en mi piel aún seguían vivas y estaban más que contentas, me acerqué a sus labios y los bese, amó a este hombre con todo mi corazón, gracias dios por darmelo a mí y espero que él siempre este conmigo por toda la eternidad.

Disculpa por quererte.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora