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Leigh.

—Al fin.—Dijo Nicole al dejarse caer en la cama de la habitación mientras yo revisaba mi correo.

Drew me ha escrito, mi pequeño informe hablando sobre los niños sin adoptar en los orfanatos debido a su salud mental o "condición mental" como deciden llamarlo ellos, ha sido muy bien recibida por la gente en internet, catalogaron mi informe como uno de los mejores que la página para la que trabajo ha subido.

—Estoy feliz.—Murmuré y ella levantó la mirada recostándose mejor.

—¿Por?—Preguntó mientras acariciaba mi espalda y yo dejaba la laptop.

Llegamos al hotel hace dos horas y ya casi son las seis de la tarde, por lo que acordamos que cada uno se daría un baño, yo se lo daré a Michael y luego veremos películas mientras cenamos. Henry elegía hoy.

—¿Recuerdas que te hablé de aquella vez en que debí visitar un par de...—Me detuve.—Olvídalo.

No recordaba que eso fue con Nicole antes del accidente y de que ambas estuviesemos mal.

—¿No fui yo, no?—Preguntó algo dolida.

—Si fuiste tú, pero...—Suspiré.—Sé que no lo recuerdas, te explicaré de nuevo.—La vi hacer una mueca y le enseñé el artículo. —Aquella vez lo leíste y te gustó mucho.—Murmuré. Nicole tomó la laptop y yo tomé su mentón al notar que parecía algo entristecida. Uní nuestros labios de forma corta antes de observarla a los ojos.—Hey, ¿todo bien?

—Todo bien. Cuéntame. —Dijo apartando la laptop.

No le creo.

—¿Segura?

—Leigh, quiero saber.—Se quejó jalando mi camiseta para recostarme en la cama y dejarse caer sobre mi pecho.

—Bueno... Hice aquél informe y logré que lo publicaran para el día de la concientización sobre la salud mental, y... Fue maravilloso, varias empresas comenzaron a hacer donativos a los orfanatos y... Se habló bastante de ello, llevábamos unos meses desde que Michael había nacido.

—Fue hace tres años.—Murmuró ella y asentí.—¿Por qué te hablaron ahora?

—Bueno, la razón es que... Hay nuevos niños, niños que no han sido adoptados por el mismo problema  y orfanatos a nada de ser clausurados lo que ocasionará la re-ubicación de muchos niños que ya tienen varios años, tres, cuatro, quizá hasta diez, ya sea que por problemas ansiosos, trastornos, autismo... Diferentes razones, ya sean de forma neurológica o por salud mental, no serán adoptados.—Suspiré viendo el techo de la habitación. Colores blancos de forma brillante, es realmente lujoso. Nicole no escatimó en gastos.—Es una mierda.—Admití.—Ellos merecen una familia tanto como nuestros... Nuestro hijo y... Henry.—Me corregí espantada.

Pocas veces le decía hijo al pequeño de Nicole, aunque él lo amaba no quería interferir ya que recuerdo bien cada pelea de la rubia con su ex marido acerca de la familia que Henry tenía, y allí no entraba yo, yo sólo era la novia, lo tenía claro y no quería causarle conflicto alguno a ella con su ex marido.

—Dilo.—Murmuró.

—¿Qué?—Pregunté sin entender.

—Es tu hijo también, estamos juntas hace muchos años y...—Se apoyó cerca de mi cuello y besó suavemente aquella zona.—Haz estado más a su lado que su propio padre, si alguien tiene derecho a llamarlo su hijo, eres tú... Lo amas, y él te ama, prefiere no ver a Charlie en dos semanas que dejar de verte a ti.

Sonreí levemente. Henry y yo tenemos una relación única, eso es algo lindo, siempre creí que me odiaría, la mascota de Matt me odiaba al inicio... Claro, Henry es un niño, pero para ese entonces yo creía que eran lo mismo, ahora que tengo un hijo todo es diferente.

—Gracias por eso.—Murmuré. —Me deja más tranquila.

Ella acarició mi rostro con su índice trazando una línea por mi nariz, bajando por mis labios y delineandolos con suavidad. Traté de morder su dedo a modo juego y ella comenzó a reír antes de quedarse en silencio observándome.

—¿Te había dicho lo hermosa que eres, Leigh Shaw?—Preguntó en un susurro y yo sonreí nerviosa.

—Antes muchas veces... Ahora sólo una.—Murmuré y ella trago saliva. Pegó su mejilla a mi pecho y la rodeé con mis brazos.—Una vez... Bailamos en el patio trasero de casa, porque... Fuimos a una fiesta de mi trabajo, y nos aburrimos tanto, pero tanto... Que regresamos antes de tiempo, encendimos la radio y comenzamos a bailar mientras nuestros hijos dormían. Fue un momento hermoso, hasta que caímos a la piscina y nos enfermamos por dos semanas.

Ella comenzó a reír.

—Me gustaría recordar eso.

—Hacía mucho frío en nuestros cuerpos, pero nuestros corazones...—Murmuré tomando su cintura y dejándola bajo mi cuerpo.—Ardían de mucho amor... Nos amábamos tanto...

—¿Tiempo pasado?—Preguntó ella mientras su respiración se mezclaba con la mía. Me quedé en silencio admirando su rostro, su nariz con aquella punta redonda, siempre me ha gustado, la mía es tan pequeña y extraña, en ocasiones no respiro bien... Bueno, el punto es que estoy muy enamorada de Nicole.

—¡Mami, es hora bañar a Michael!—Gritó Henry desde fuera y me levanté para caminar fuera de la habitación y bañar a mi pequeño.

—Descansa mientras.—Murmuré y salí de la habitación.

                            [•••]

Nicole.

Leigh salió de la habitación y me quedé meditando todo. ¿Ella ya no me ama entonces?

Ella lo dijo en tiempo pasado, y eso significa que actualmente no lo siente, eso es jodido, porque... Tal vez yo sí lo siento, y si ella amaba a mi antigua yo, no me ama ahora...

¿Por qué ser una divorciada lesbiana en busca del amor es tan difícil?

                            [•••]

—No así no.—Se burló Henry mientras Leigh trataba de imitar los pasos de just dance. —Por favor, Leigh.

Mi hijo reía ante los movimientos toscos de la castaña y Michael decidió que era buena idea unirse. El pequeño castaño bajó sus manos al suelo y levantó el trasero comenzando a moverlo según la música lo indicaba.

—¡Eso, Michael!—Animó su hermano y Leigh comenzó a reír.—Yo se lo enseñé.

Leigh comenzó a aplaudir avivando el baile de nuestro hijo.

Me gusta ver así a nuestra familia, simplemente... Viviendo, me hace olvirar aquellos temores...

Nota de autor:

¡Hey! Mañana habrán dos capítulos aquí, se acaba en el 56.

-Codex.

Don't give up on me ; Leighcole. Where stories live. Discover now