Capitulo 16

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El joven Kakyoin simplemente estaba nervioso al día siguiente tendría que recoger a su futura esposa en el airopuerto algo que si bien se pospuso hasta esa fecha no le quitaba el hecho de que le incomodara, más si esta chica al verle no se llevaran bien, el hecho de compartir su vida con una mujer que ni al caso le torturaban cada pensamiento empezando con lo surgido desde lo de Jotaro, termino por dormirse en el sofá de la casa pues ya no podía dormir en el suelo, las pesadillas de las causas de sus marcas lo levantaban mientras que cuando dormía en una zona elevada lograba escuchar la voz de Kujo preguntándole sobre su nombre, escuchando platicas que no recordaba haberlas tenido y en especial el hecho de sentir su mano una presión ligera de una mano calida no le asustaba al contrario le callaba el ruido interno del pasado dejándolo dormir perfecto, tal cosa le calcomia por dentro pensar que aquella mano era nada más ni nada menos que la de Kujo, pero esos momentos solo estaba cansado, ni siquiera le permitieron sus padres ir a su trabajo donde sabia que estaría Jolyne, su madre y los tíos Kakyoin pero como represaria le recordaron al joven Kobayashi lo que había hecho obligándole pedir un día de descanso en su trabajo para quedarse en el aeropuerto a la espera de tal chica, su madre incluso pidió el día simplemente para echarle un hijo encima pues según ella estaba segura que se escaparia en la mínima oportunidad, pero aquello no fue precisamente lo deseado por el castaño que termino solo sentado digustando de un café en una de las mesas exteriores, lo que ocasionó ser visto por una persona que ya conocía Kobayashi sin embargo verlo no dejaba de ser una sorpresa para él, por lo que cuando vio ah alguien sentarse en el asiento vacio su vista se giro a esa persona viendo la vestimenta blanca, el cabello negro tan bien cuidado y una sonrisa amistosa de la cual no se cansaba de ver.

-Hola Nori-saludo aquel adulto consiguiendo que contagiar esa sonrisa suya al menor

-Hola señor Kujo ¿No se supone que debería estar trabajando?-pregunto Kobayashi con aires de grandeza consiguiendo hacer reír a ese hombre fornido

-Eres encantador, digamos que tengo algo de tiempo libre, me entere que no irías a trabajar ¿A que se debe eso?-

-Digamos que por asuntos familiares-

-Yo te veo solo-no apenas dijo eso a la distancia vio como se apresuraba una mujer en llegar hasta ellos y sabia de quien se trataba por lo que solo rodaron los ojos ambos, una vez aquella mujer llego sonrió

-Oh señor Kujo es un gusto verle-replicó la madre del castaño quien camino hasta él mencionado ignorando por completo la presencia de su hijo-¿Que coinsidencia no cree? También yo pedí el día libre para hoy-

-Si, estaba hablando con Noriaki ¿Le molestaría dejarnos solos?-aquella petición hizo que la mujer volteara a ver a su hijo al fin analizandole con la mirada y su sonrisa se desvaneció de apoco sin embargo al dirigir la mirada al gran hombre sonrió

-No creo que sea tan importante ¿Qué tal si hablamos mejor entre usted y yo? Tendrá mejores conversaciones y sirve que podamos conocernos a mayor profundidad ya sabe, mi hijo trabaja para usted y nosotros estamos en el mismo ambiente laboral, la...-aquella mujer no dejaba de hablar buscando una y un millon de explicaciones del por que debería dejar a Kobayashi solo y platicar ella con el propio Kujo, algo que incomodo bastante al chico que solo opto por tomar de su café pero fue algo molesto para el de cabellos negros quien saco su billetera dejando una noble cantidad de dinero el precio justo del café pues el ya era comprador frecuente del lugar, se levanto consiguiendo al fin dejar callada a la mujer

-Me parece atractivo el punto de vista de Noriaki, no la veo la necesidad de profundizar mi relación de compañeros de trabajos con usted sin embargo respecto al tratado que tengo yo con su hijo es por decirlo algo más allá que la de empleado y jefe por lo que me veo a la penosa nesidad de dejarla con las palabras en la boca-al concluir de decir aquello a la mujer se dirigió ahora al menor quien no se atrevía a levantar la vista y solo continuo bebiendo-¿Gustas acompañarme Nori?-

El EncuentroWhere stories live. Discover now