𝑶𝑵𝑬 𝑺𝑯𝑶𝑻𝑺 ━ 𝑪𝑯𝑹𝑰𝑺 𝑬𝑽𝑨𝑵𝑺

━𝑨𝑹𝑰 𝑳𝑬𝑽𝑰𝑵𝑺𝑶𝑵

Lea mantiene la mirada en la carretera tratando de ocultar los pensamientos que tiene sobre lo que pueda suceder con Ari. Ari es su mejor amigo, es más que eso para ella; era su primer amor, pero Ari solo la mira como su mejor amiga. Él pronto irá una misión en Afganistán y ella teme que no regrese a casa.

Los peores escenarios estaban en la cabeza de Lea, ¿Qué tal si Ari fuera torturado?, ¿Qué tal si lo descubrían?, ¿Qué tal si era asesinando cruelmente? Y miles de preguntas de ese tipo yacían en su cabeza.

Al llegar a la base donde Ari trabajo dejo el auto en el estacionamiento, tomo su cardigan gris y lo coloco sobre su cuerpo, llevo sus dos manos sobre los dos bolsillos delanteros que su cardigan le proporciona y empezó a caminar hacia adentro del lugar.

Usa el ascensor para llegar mis rápido a la oficina de Ari. Un suspiro sale de sus labios al darse cuenta que estaba siendo muy egoísta al pensar en los peores escenarios. Ari haría el bien para muchas personas, salvaría vidas en esa misión y ayudaría a las personas que lo necesitan, sin embargo si lo perdía a él entonces ella lo perdía todo.

Ari observa una fotografía de su pequeña hija; Maya, ella está abrazada con su mejor amiga Lea, la pelirroja tiene una sonrisa enorme igual que su hija. Él se había enamorada de su mejor amiga en la universidad, sin embargo nunca dió una señal de que ella lo quería de otra manera así que siguió con su vida, pero ese amor siempre se quedó ahí, jamás se fue y ahora que él se iba aprecia que estaba más intensificado que nunca. La necesidad de decirle que la ama había crecido y el miedo al rechazo también.

La puerta de su oficina se abrió sacándolo de sus pensamientos, levanta la mirada y puede ver a la chica de ojos miel que le robó el corazón en la universidad y que aún puede decir que es de ella.

—Lea —saluda, pero al verla con mayor atención observó como ella tiene una pizca de preocupación en su mirada.

—¿Cuándo te vas? —pregunto sin rodeos entrando por completo a la oficina y cerrando la puerta detrás de ella.

—Hoy dentro de una hora —responde sin saber como sentirse. Era un plan que tenía tantas ganas de hacer ya que ayudaría a muchas personas, pero ahora que se mira en aquellos ojos miel llenos de preocupación hizo que no supiera que sentir.

Lea se acerca a él, toma asiento en el escritorio colocándose al frente de Ari el cual está sentado en su silla observandola. Las dos miradas se cruzan, los latidos de ambos se convirtió en uno mismo aún cuando ellos no podían descifrar lo que el otro sentía era evidente que ambos se amaban de una forma diferente a la de un par de amigos. 

El sielncio lleno la oficina mientras que ambos se observan queriendo memorizar el rostro del otro para cuando ya no estén juntos poder recordar como era el otro y no olvidarse de ningún detalle, pero el silencio fue rompido por Lea.