Capítulo 9 - El círculo de piedra [Parte 2]

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—No me ha dado la sensación de que haya tardado tanto —se excusó Sophia.

—¿Has hecho un viaje astral? —preguntó Lilith y Sophia asintió.

Robel se frotaba la cabeza y andaba de aquí para allá seguido por Mr. Sky.

—Robel, no te preocupes —le dijo Sophia—. Mr. Sky está preparado para seguir el rastro.

—¡Mr. Sky! —le gritó Robel al perro y le frotó con fuerza mientras le daba un gran abrazo. Robel empezó a ladrarle a Mr. Sky—. ¡Oh sí! —Volvió a ladrar—. Ya veo, ya veo. —Más ladridos entre ambos—. ¡Ah no! —dijo Robel mirando a Sophia. —Mr. Sky dio ladrido más fuerte—. No... me niego. —Robel ladró pero Mr. Sky ni se movió del sitio. Volvió a ladrar sin ningún resultado. Finalmente se dirigió a Sophia—. ¿Le puedes dar la orden a Mr. Sky para que siga el rastro, por favor?

—Pensaba que te comunicabas bien con los animales.

—Sí, pero está enfadado conmigo...

Sophia se sorprendió porque Mr. Sky solo se enfadaba con los enemigos.

—¿Y eso por qué?

—Por nada, por nada... —dijo Robel—. Solo quiero irme de aquí cuanto antes.

—Sí, yo también —dijo Sophia haciéndole una señal con la cabeza a Mr. Sky. El perro se puso a olisquear el suelo y ladró. Robel corrió y se acercó a él.

—Vamos —le gritó a las chicas que no se habían movido aún del sitio.

—Lilith, necesito que me enseñes a leer un mapa de estrellas —le dijo Sophia.

—¿Un mapa de estrellas? Te puedo enseñar las constelaciones. Si te refieres a eso —dijo Lilith y Sophia asintió—. Esta noche te lo muestro —añadió con una sonrisa mientras le tocaba la espalda—. Ahora vámonos. —Ambas chicas se pusieron en marcha.

Mr. Sky les llevó a toda prisa a un camino de tierra ancho y bien apelmazado entre el medio de los árboles. Sophia ya había estado ahí la noche anterior. Hacia la izquierda llegarían a Murvi y hacia la derecha seguirían el rastro del transportador, sin embargo Mr. Sky salió corriendo hacia Murvi y ninguna de las órdenes que le gritó Sophia pudo detenerlo.

—¡Vamos en la dirección contraria! —le dijo Sophia a Robel mientras ambos corrían detrás de Mr. Sky.

Robel ladró y Mr. Sky le ladró de vuelta:

—Él dice que es por aquí —dijo Robel encogiéndose de hombros.

Siguieron corriendo un poco más y llegaron al comienzo del camino en la primera arboleda que había delante de Murvi.

—¿Ves? Nos ha traído de vuelta a Murvi —dijo Sophia.

—Por algo debe de ser... —respondió Robel con plena confianza.

Mr. Sky no había parado todavía de olisquear y ahora lo hacía entre la maleza en los laterales del camino. El perro empezó a estirar de algo que había atrapado entre las ramas y a ladrar. Robel fue corriendo en su ayuda y con la mano desenganchó una riñonera de piel con flecos.

—Es la riñonera de Chris —dijo Sophia con un halo** en la boca—. Nunca se separa de ella.

Robel se la tendió y Sophia la abrió con cuidado. En ella solo habían 3 cosas: una de las chuches preferidas de Mr. Sky, una piedra oscura y calentita y una nota.

Lilith se abalanzó rápidamente a examinar la piedra:

—¡Es la sungita de Vigg! ¿Por qué la tenía Chris? Quizás Vigg esté con él.

Sophia Plera - La cuna de los valientesTahanan ng mga kuwento. Tumuklas ngayon