Two of Us. [Minsung]

13.

Contiene contenido sensible.

Era de madrugada, cerca de las 4 de la mañana, Minho no podía dejar de llorar, pero estaba decidido a dejar de sufrir. Acarició a Soonie quien dormía en la silla del comedor.

ㅡTe amo, gracias por todo este tiempoㅡ. Dejó un beso en su orejita y se dirigió a buscar sus cosas.

Una silla y una soga era todo lo que necesitaba.

Se dirigió al baño, donde en el techo había una viga de madera la cuál se veía bastante fuerte. colocó la soga atravesando la viga, acomodó la silla debajo de la misma.

Y antes de hacer cualquier cosa, besó su pulsera que compartía con Jisung. Tomó su teléfono y envió un mensaje.

"Te amo Han Jisung, gracias por amarme también, gracias por quedarte a mi lado, voy a seguir toda la eternidad a tu lado. Espero que nos volvamos a ver, en otra vida, mientras cuídate, por favor."

Ya era tiempo de irse, dejó su teléfono, y con lágrimas en los ojos, pensó por última vez en todo el dolor que había sentido todo este tiempo, por fin todo acabaría, ya no más dolor.

Tomó la soga, la cruzó por su cuello, subió a la silla, un suspiro salió de sus labios, y Jisung fue lo último que pensó antes de dejar esa silla caer.

Eran aproximadamente las 6:30 cuando se despertó Jisung, lo primero como todas las mañanas, fue tomar su teléfono para saludar a Minho, pero este se quedó anonadado cuando leyó el mensaje que le había dejado Minho, inconscientemente comenzó a llorar, no entendía que estaba pasando, comenzó a mandar mensajes desesperados a su novio "¿Qué pasó? ¿Qué es esto Minho?" los mensajes llegaban pero no respondía, y la última vez conectado había sido a las 04:16, seguía sin entender nada, y recurrió entre lágrimas a llamarlo, como no respondía tampoco, decidió ir a su casa, necesitaba saber que estaba pasando, sin pensarlo tanto se vistió y fue en un taxi hasta el departamento de Minho. Al llegar golpeó la puerta, tan fuerte como pudiese, pero sólo escuchaba los maullidos desesperados de Soonie, no le gustaba invadir la casa de Minho, pero era una emergencia, tomó la llave que este le dio y abrió la puerta.

ㅡ¿Minho? Minho, ¿Dónde estás? ¿Qué pasa? ¿Qué fue el mensaje?ㅡ Jisung buscaba desesperado a Minho por todo el lugar, hasta que entró al baño.

Probablemente... no, definitivamente Jisung sintió que era lo peor que le podía haber pasado en la vida.

Apenas abrió la puerta, pudo ver como Minho yacía colgado de la viga del baño.

Minho se había quitado la vida.

Las lágrimas del shock y la desesperación no tardaron en salir.

ㅡ¡Minho! ¡Minnie! Mi amor no, no, no.

Jisung quería pensar que lo que sus ojos veían era irreal, quería despertar de la pesadilla, pero no, era real, fue hacía Minho, sacandole la soga que enroscaba su cuello, tocando su cara, fría y pálida, la marca morada al rededor de su cuello.

Jisung gritaba desesperado, inmediatamente llamó a una ambulancia, no sabía que hacer, sólo quería a Minho.

Los paramédicos llegaron ciertamente rápido, y Jisung no paraba de llorar.

Minho, la mejor persona que había conocido en su vida.

Se había ido.
Ya no respiraba.
Minho ya no estaba.
Minho no estaba, pero Jisung no lo podía asimilar.
Estaba destrozado.

Acompañó el cuerpo en la ambulancia, sin embargo, era todo en vano, era obvio que Minho se había quitado la vida.

Jisung definitivamente jamás había sentido un dolor tan grande como ese en ese momento, ver a la persona de la que estaba enamorado, en ese momento, encontrarlo. Era tortuoso. Y se preguntaba por qué, qué pasó, fue también cuando reaccionó a que ayer había estado tan cariñoso, no porque no lo fuera, sino que lo fue de más, su novio se había matado, y el dolor profundo lo agobiaba.

No podía creerlo, Minho, su cuerpo pálido, sus marcas.

En el hospital confirmaron que de un suicidio se trataba, que iban a trasladar el cuerpo, y Jisung intentando mantenerse de pie y hablar sin derrumbarse ahí mismo, hablaba con los médicos, haciéndose responsable, porque la verdad era que, Jisung, era la única persona que se preocupó por Minho, en probablemente toda la vida de este.

El dolor era inimaginable, perder a la persona que más amaba, saber que ya no volvería a besar esos rojizos labios que tanto amaba besar, que ya no volvería a ver el brillo en sus ojitos, ya no volvería a tocar sus mejillas, no volvería a revolotear su cabello, no volvería a ver la sonrisa que sin importar que pasara, siempre lo calmaba, no volvería a ver a Minho, y eso simplemente era suficiente para destruirlo.

Se sentía vacío.
Se sentía devastado.

Le dijeron a Jisung que llevarían el cuerpo de Minho a una funeraria, estaría ahí unas horas antes de que se organizara una despedida simbólica, el velorio. Jisung se haría cargo de todo gasto, de todo, absolutamente todo.

A todo esto, Jisung sólo quería irse con Minho, sólo quería verlo de nuevo, y que todo estuviera bien.
Jisung pensaba en cómo le hubiese gustado que Minho fuera feliz.

Aún no avisaba a nadie, ni a sus padres, ni a los progenitores de Minho, ni a Chris, no sabía cómo iba a hacerlo sin simplemente quebrarse en el intento.

Al salir del hospital, su deseo era ir al departamento de Minho, tener todas sus cosas, guardar la esencia de él.

Abrir la puerta, fue sentir otra vez su corazón con palpitaciones muy rápidas, el miedo recorría su cuerpo, y el dolor era cada vez peor.

Ver todas las cosas del departamento tal cual Minho las había ordenado la noche anterior, miró hacía donde se suponía Minho dejaba la comida de Soonie, y pudo ver como la gatita tenía su platón lleno de comida y otro platón que casi revalsaba de agua.

Minho pensó en que si tal vez Jisung no iba ese día, no querría que Soonie pasara hambre o sed.

Minho siempre se preocuparía por sus gatas, hasta el último momento.

Jisung comenzó a recorrer en pasos lentos.

Llegó al baño, pero prefirió no ver dentro, no lo soportaría.

Continuó hasta la habitación. La cama estaba tendida. Minho ni siquiera había dormido. Pudo visualizar sobre esta un sobre blanco, al acercarse pudo ver el torso del sobre, que claramente decía "Hannie".

Jisung tenía miedo de leerla.
Jisung no era fuerte.
No ahora que todo lo que le daba fuerzas ya no estaba.