Mateo

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Tomándonos unas copas y jugando ajedrez escuchamos sonar el timbre, era Omar, en la comisaría le habían dicho que yo estuve detenida, el estaba de viaje por eso no sé había enterado, si hubieran visto con la desesperación que llegó. Luego de haberme hecho un sin nuevo de pregunta y asegurarse de que no volvería a consumir se marchó. Desde que se fue le pregunté a Vicky que cómo iban las cosas con el, a lo que me respondió— el está enamorado de tí, es imposible que se fije en mí —. Dicho esto inmediatamente cambió el tema luego de que yo le dijera —lo siento — aunque eso no iba a cambiar como ella se estaba sintiendo.

Cayó la noche y se marchó. Era Domingo y ya el lunes debíamos trabajar. Al llegar a la oficina, luego de haber estacionado mi vehículo, escucho a alguien gritar mi nombre— señorita Patricia —giro lentamente y era Mateo, con mucho agrado salude a mi futuro cuñado, aunque aún no tenían nada el y Patri... estaba segura de que ella le daría la oportunidad, está centrada en sus estudios, pero el le gusta.

—hol...a Mateo! ¿Cómo estás? Ven acércate, déjame darte un abrazo.

—muy bien señorita, pero quisiera hablar con usted.

—no me diga señorita, solo Patricia. Te noto angustiado, vamos a mi oficina y me cuenta.

Al subir le pedí a Vicky que le diera algo de tomar, así lo hizo. Estando en mi oficina me contó que quería dejar el taller para ir al campo. Su interés de volver era mi hermana —estaba enamorado de ella —. Según me dijo: creía que el motivo por el que Patri no le correspondía era la distancia, cuando la conoció ya había aceptado trabajar con Marcos, pero el tenía un trabajo seguro, ya había hablado con su antiguo jefe y había aceptado que el volviera, es muy buen empleado. Me pido que por favor lo ayudara a dar con Marcos, ya que después que se fue no había vuelto a tener ningún tipo de comunicación con el y quería entregarle el taller.

Yo no tenía comunicación con Marcos: fue lo que le respondí, pero si tenía manera de contactarlo, le prometí que le iba a conseguir su número y que desde que lo tenga yo mismo se lo iba a llevar.

—¿estás seguro de lo que quieres hacer? Se que Patria es mi hermana, pero ¿crees que merece ese sacrificio?

—yo amo a su hermana, y aunque ella no quiere aceptarlo estoy seguro de que siente lo mismo por mi.

—espera... me siento un poco incómoda hablando de esto, o sea, se trata de los sentimientos de mi hermana.

—la entiendo, y si quiere no diga nada, pero yo le prometo, que nunca la haré sufrir, yo la amo y estoy dispuesto a lo que sea por ella. Se que no tengo una carrera, pero estando allá en el campo me pondré a estudiar, así seré merecedor de Patria.

Fruncí el ceño, aquel pueblo del que un día salí para lograr mi superación, ya que en el mismo se me hacía imposible, había avanzado bastante, tanto que además de tener el 8vo curso, ya había secundaria y hasta universidad— ¿por que dices que no la mereces?

—su papá nunca aceptará una persona como yo en su familia, el preferiría un hacendado, pero yo lucharé por ella.

—Patria te dijo eso

—no señorita, pero yo escuché a su papá decirlo.

Tomándole las manos le dije— cualquier chica estaría orgullosa de tenerte a ti como pareja, y de tener tu amor, nunca te sienta menos ni creas a nadie inalcanzable, si Patria te quiere, y tú la quieres a ella, mi papá no será impedimento, te lo prometo.

—no sabe lo feliz que me hace escuchar eso.

—quiero que memorices algo. Nunca te creas menos que nadie, nadie es igual a nadie, si todos fuéramos iguales la vida fuera muy aburrida. Tampoco trates de cambiar para que alguien te acepte, si una persona te quiere te aceptará tal cual eres. Yo estoy segura que Patria se enamoró del chico que eres, no del chico que pretendes ser, ese ella no lo conoce. Si te quieres superar, hazlo por ti y no por ella, ni por mi papá, ni por nadie. Aunque se siente lindo que alguien esté dispuesto a cambiar por uno, pero no debería ser.

—seño... perdón... Patricia, muchas gracias, El hombre que esté a su lado debe sentirse afortunado de tenerla. Que menso el Marcos —terminó diciendo...

Sonreí y dije para mí "hazle entender eso a Marcos"

—pues nada futuro cuñado, yo te conseguiré el número de Marcos, y échale ganas con Patria. Algo si te digo: si me la haces sufrir tendrás que asumir las consecuencias. Yo seré tu consecuencia y no te aconsejo que conozcas mi lado malo.

—no señorita...

—ahí está de nuevo.

—te prometo Patricia, que nunca haré sufrir a Patria.

Salió de ahí con una sonrisa que adornaba su rostro. Se sintió tan lindo saber que aún hay chicos con el alma pura y con sentimientos tan hermosos. Le doy las gracias a Dios que mi hermanita encontró a un chico así, como Mateo, tan tierno y trabajador, dispuesto a lo que sea por ella.

—¡y bien que te sale ser Celestina!

Estaba concentrada en la computadora— Vicky! Me espantas.

—así debes tener la consciencia, pero me parece muy bien que apoyes a tu hermana.

—ahora te dedicas a escuchar conversaciones ajenas.

—bueno...o siempre lo he hecho y no sabes reconocer mi trabajo, deberías aumentarme por eso.

—ahhh si, que ganas de entrarte a golpe.

—el estrés da pérdida de cabello y vejes, y ya se te está notando.

Abrí mi boca mostrando sorpresa— encima me dices vieja!

—eso lo dijiste tú —me gritó a lo lejos.

Un amor que nació en el campo Where stories live. Discover now