Capitulo 40

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Con la conciencia apenas recuperándose Midoriya es capaz de escuchar voces provenientes de algún lugar, no sabe exactamente de dónde pero le resulta molesto, está mareado, con un dolor de cabeza punzante y a pesar de que no le gusta, agradece que el lugar este oscuro.

(Yo… ¿Dónde estoy?)

Sus manos están atadas al igual que sus piernas, por lo que explorar con el tacto no es muy efectivo pero al menos sabe que está sobre algo suave, tal vez un edredón.

(Ayer, estaba con Todoroki y
entonces Bakugo…)

Con un poco más de lucidez recordó el último lugar al que había llegado y la cara de esa chica extraña que conoció en la barra hace un tiempo.

-Ho…

Trato de gesticular algunas palabras pero una molesta sensación de dolor atacó su cuello.

(Es cierto, Bakugo me lastimo.)

El sonido de pasos lo puso en alerta y cerró los ojos nuevamente tratando de estabilizar su respiración agitada producto del repentino sonido.

-Juro que escuche que intentaste hablar chico.

Midoriya no respondió, pero esa voz ya la había escuchado, era de aquel al que llamaron Dabi.

La sensibilidad adquirida en esos minutos advirtieron a Izuku de que la otra persona se había agachado y el contacto en su espalda se lo confirmo y lo hizo temblar.

-¿Ya no hablas?.

(Todoroki…)

-Esta bien, mientras más presas mejor, consideralo como una desafortunada coincidencia.

-¿Quienes… son?.

-Ahora si te interesa responder.

Los dedos de Dabi recorrieron la mejilla del peliverde ganando terreno en ese rostro que fue forzado a voltearse.

-Una respuesta simple para alguien simple, somos lo contrario a los héroes.

Dicho aquello soltó el rostro de Midoriya con violencia levantándose enseguida para dar una orden.

-Toga, cubre los ojos de este chico y llévalo con los demás,

La risa de una chica emocionada sonó por la habitación causando en Deku un sudor frío.

-Esto será divertido.

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En los dormitorios de la UA cierto rojiblanco se encontraba causando curiosidad y preocupación en sus compañeros.

-Todoroki deja de dar tantas vueltas, nos estás mareando a todos.

Grito una chica de piel rosa, a lo que Todoroki solo se detuvo más no respondió y en su lugar salió de la sala común.

-Mina creo que fuiste demasiado directa.

-Iida, ¿Acaso no te preocupa? El ya lleva así desde el lunes y no deja de ver el celular, tampoco dice nada y ha perdido la concentración en las clases

-Yo hablaré con él.

-Pero Momo…

La pelinegra negó con la cabeza a sus compañeros y salió de la sala común, tal vez de todos allí Momo era una de las que podía hablar con él de manera más cercana.

-¿Estás bien Todoroki?.

Shoto alzó la mirada hacia su compañero y dejo escapar un suspiro de cansancio.

-No… Midoriya no me responde, estoy preocupado por el

-Dijo que estaría ocupado estudiando, a lo mejor apagó el celular.

-Pense en eso pero si fuera así él me habría avisado el domingo.

-¿Se vieron? Habían dicho que no lo harían hasta las vacaciones.

-Bueno ese día…

De pronto en la mente de Todoroki algo hizo "click" y recordó el estado en el que había encontrado al peliverde ese fin de semana.

(Por favor, que este equivocado.)

-Momo tengo que irme, tengo que salir urgentemente.

-Eh, ¿Que?, No, oye espera...

La pelinegra no supo lo que sucedía y solo vio a Todoroki salir corriendo a algún punto lleno de árboles.

(Aizawa-sensei va a matarme.)

Todoroki llegó al lugar que antes le había ayudado a burlar la seguridad de los dormitorios, subió por aquellas ramas y brincó la barda para caer sobre el asfalto de la calle.

(Midoriya tienes que estar bien.)

Me engañaste primeroWhere stories live. Discover now