Capitulo 41

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Todoroki llegó a la escuela donde el peliverde estudiaba, reviso su reloj y faltaban solo unos minutos para que el horario terminara. Nervioso no paraba de ver el número cambiar en el celular hasta que llego la hora de salida. estudiantes en grupos salían pero en ninguno de ellos estaba el tan particular pecoso, sin embargo una diminuta fe aparecio a lo lejos.

-Hola, ¿tu eres la amiga de Midoriya?

La chica alzo la mirada encontrándose con un par de ojos bicolores.

–Depende de quien pregunta.

-Lo siento, soy un amigo de él, quedamos de vernos hoy pero no lo encuentro.

-Es extraño, él no ha venido a clases estos días.

-¿Que?

Sin darse cuenta habia tomado a la chica por los hombros como si eso le fuera a dar otra respuesta.

-¿Podrías soltarme?

Todoroki recapitulo en el acto soltando de manera inmediata.

-Lo siento solo que él no me ha contactado y me preocupe.

-Esta bien, de hecho si es raro, si el llegase a faltar avisa de antemano o minimo me pediria que avisara por él, sin embargo, ni siquiera mis mensajes contesta.

Con una ligera tristeza agacho la cabeza, si no fuera por su ayuda el acoso que atravesaba seguiría manteniéndose, le había tomado cariño y le preocupaba.

-Gracias, seguiré viniendo a buscarlo, por el momento me tengo que ir.

Apenas se despidió de la chica salió corriendo en dirección al departamento dónde Deku vivía. si no lograba encontrarlo ahi ya no sabia donde mas buscar. Tan pronto como llegó a la vivienda toco la puerta múltiples veces pero nadie respondió al llamado. Sentado en las escaleras esperab a que Midoriya apareciera tarde o mínimo que respondiera alguna llamada.

–¿Muchacho esperas a alguien?

Todoroki a pesar de tener todos sus sentidos agudos no reparó en la señora que venia subiendo las escaleras en su dirección.

-Eh yo… vine a visitar al chico que vive aqui.

-Vaya, pues me parece que él no ha estado aqui desde la noche del domingo.

(Pero yo estuve aqui pasada
la tarde.)

-

¿Podría decirme un poco mas?

-Esa noche se escucharon fuertes gritos, al parecer están peleando ahí dentro, yo junto a mi hijo salimos para pedir que se tranquilizaran, como puedes ver soy una persona mayor pero solo vimos salir al chico peliverde corriendo sosteniendo su garganta.

Todoroki sintió que el alma se le salía del pecho, deseaba que las cosas no rayaran en las negativas de su cabeza que era fuertemente sostenida por sus manos.

-¿Usted sabe quién era la otra persona?

-No… no lo…

-¿Mamá qué haces ahí?

Un muchacho todo despeinado interrumpio la conversación.

-¿Hijo tu viste quién era la persona con la que discutía el vecino?

-No mama, pero… su voz me resultó conocida.

El rojiblanco subió un par de escalera y puso su total atención en la voz del chico del balcón.

-Oh si, ya lo recuerdo, es un chico de cabello rubio, siempre anda de mal humor y no es la primera vez que le grita tan fuerte a Izuku,

Cuando este fue mencionado, madre e hijo comenzaron a sacar varios ejemplos de esas conversaciones y con ello Todoroki tuvo claro de quién hablaban.

-En verdad muchas gracias, que tengan una buena noche.

Si la información de descripción era correcta la última persona que había visto a Midoriya había sido Bakugo. Salió a toda prisa del edificio de departamentos y en la avenida tomó un taxi en dirección a la casa del susodicho rubio.

Ser el hijo de Endeavor tenía algunas ventajas, y una de ellas era poder acceder a información delicada sin ningún problema, una sola llamada bastó para saber hasta el nombre y fecha de nacimiento de los padres de su compañero de clase.

Me engañaste primeroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora