II

1.9K 308 46
                                    

[Palabras groseras]



Autora POV.


Tan solo habían pasado cuatro horas desde que Wei WuXian había logrado conciliar el sueño hasta que el fuerte sonido de gritos y golpes lo despertaron. Estos provenían de otra habitación del pequeño edificio y a pesar de que parecía que esa pareja estaba a punto de matarse, el menor estaba más que acostumbrado a oír al casero y a su esposa pelear.

Eran casi como una alarma para el joven, haciéndole saber que no eran más de las ocho de la mañana.

Con el cuerpo completamente frío y agarrotado, Wei WuXian logró ponerse en pie con la ayuda de la pared; caminó hacia el baño y se quitó la sudadera que seguía húmeda por la lluvia. Su pecho estaba cubierto de moretones oscuros y heridas provocadas por la pelea de ayer. 

Cogió un paño mojado y limpió la sangre que se había quedado seca en su piel; se desvendó los nudillos e ignoró el color morado y rojizo de estos, pero por más poca importancia que le diera al mal aspecto de su cuerpo, no pudo contener los quejidos que salieron de su boca cuando intentó movilizar sus manos.

—Mierda... —maldijo al sospechar que algo se había roto, pues apenas podía flexionar su mano derecha.

Respiró profundamente e intentó canalizar el dolor; diez minutos después volvió a vendarse las manos y se dirigió al montón de ropa apilado en una esquina de la habitación. Escogió una sudadera negra con detalles rojizos un poco malgastada, unos vaqueros rotos oscuros y unas zapatillas viejas del mismo color.

Escuchando de fondo a la pareja que seguía discutiendo, se arregló ligeramente su cabello y se miró durante un par de segundos en el espejo.

Ojeras oscuras, la mejilla un poco hinchada, una herida en su labio inferior...

Hizo el intento de subir sus hombros restándole importancia a su rostro, pero su cuerpo estaba tan frío que apenas se movió.

Se dirigió hacia la puerta de su apartamento y antes de salir cogió un sobre que contenía lo poco que había ahorrado durante el mes y se lo guardó en el bolsillo de la sudadera.

—¡Y como vuelvas a decir algo de mi madre, esta noche dormirás en la calle!

—¡Prefiero dormir en la calle que escucharte hablar de esa puta vieja!

El portazo de su apartamento hizo que todo el edificio temblara.

Bajo los murmullos y maldiciones del hombre, Wei WuXian caminó por su lado intentando pasar desapercibido. Sin embargo, era demasiado pedir que no notara su presencia.

—¡Eh, niño! Todavía no me has pagado el alquiler. —su voz fue áspera.

Wei WuXian no respondió.

El propietario se acercó al menor a la vez que se encendía un cigarro.

—Escúchame bien niño, como no me traigas el dinero esta noche... —sus cuerpos se quedaron a escasos centímetros.— Seré yo quien te de esos golpes. 

Lo miró de arriba abajo y exhaló el humo del cigarro directamente en su rostro.

—Y créeme, si lo hago yo no serás capaz de levantarte de nuevo. ¿Entiendes? 

El silencio del menor fue una respuesta para el casero, quien satisfecho con su "autoridad" caminó de vuelta a su departamento para discutir de nuevo con su esposa.

Presa del placer.Where stories live. Discover now