Terror en la cueva

Capítulo 13

- ¿Okane? Suena como una extraña fusión de Akabane y Okuda. ¿es otro de los emparejamientos de ese pulpo?

Kataoka se reunió con los infectados por sedante, para el regocijo de Okajima quien revoloteaba alrededor de la comitiva liderada por Nagisa y Koro-sensei.

-  Significa “dinero”.

- ¿Cómo es que estamos a salvo? Para comenzar no habrían tenido la magnífica idea de tenernos atrapados en este lugar – ante la furia de Kaede los restantes asintieron. Incluyendo a Sugino y Kanzaki.

- Es un plan de asesinato contra Koro-sensei. Si nos convertimos en daño colateral, la recompensa se anula; para un asesino que se tomo tantas molestias es un verdadero incordio. Algo así como un trabajo exigente sin remuneración

Koro-sensei asintió acorde a su alumno.

No había cesado su velocidad, pero los efectos comenzaban a minimizarse lo suficiente como para dejar la zona de peligro. Interiormente libraba una batalla interna.

No era la primera (ni la última de hecho) situación de peligro que unos jóvenes debían soportar pese a su corta edad.

Ya les había enseñado todo lo que hacía falta, mientras más cerca se encontrara la fecha límite, los intentos de asesinato eran más temerarios y el profesor lo consideró.

Llegaría el momento que la amenaza para no involucrar a sus alumnos como anzuelos no detendría a la humanidad con la soga ajustándose en el pecho.

Las risas de sus estudiantes lo sacaron del abismo mental.

Aun si llegara el caso… esos jóvenes sabrían como ir hacia adelante.

-  Están seguros que ese no es el camino correcto? – señalando el anterior pasadizo un grupo se detuvo sin intención de moverse – Es este! Estoy seguro.

-  Maehara. Alabo la habilidad que posees en cartografía. Pero ahora me temo que el enemigo tuvo muy en cuenta ese aspecto en particular, busca engañarnos.

Señalando lo que era un camino nuevo, Koro-sensei lo admitió.

- Confieso que podría haberme salido en cualquier instante. Sin embargo no lo hice, ¿saben por qué?

- Porque somos prioridad y siempre buscará echarnos una mano! – aportó Kaede

La cara de Koro se volvió parcialmente blanca.

Les digo que no podía por lo enrevesado de las rutas o quedó como el maestro guay y sacrificado?

Imaginar esa mirada llena de reprobación y molestia

Ser considerado genial tiene ventaja.

- ¡Sobre todo eso Kayano! Sin embargo esto se debe a que siempre volvía al mismo lugar. Todo este tiempo nunca estuvimos ni cerca de la salida, aún así creíamos que si lo estábamos. Como creímos que teníamos al verdadero Karma-kun a nuestro lado.

- ¿Al… verdadero?

Tapándose la cara y con el desconcierto en él, Sugino miró al maestro sin entender.

- ¿Karma, nunca fue él?

- Cualquiera que haya leído el libro, entiende mejor a lo que se refiere. No estoy orgulloso de lo que voy a decirles, pero sólo leí un resumen ya que no abarcaríamos a Julio Verne en nuestro programa de estudios. La persona que organizó esto si se leyó la obra completa, Nagisa, ¿Lo tienes?

Nagisa sacó de su bolsillo un pedazo de caucho. Ante la estupefacción general lo colocó sobre el botón que había dejado a Karma y Maehara fuera de combate y lo presionó sin ninguna dificultad.