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A la hora de la comida, fui a casa por un cambio de ropa, no pretendía seguir aprovechándome de la amabilidad de Hyunjin, además ahorraba un poco de dinero en comida, aunque todavía tenia que pagar la de los chicos.

-Lo escuché de tu hermana en la mañana -mi mamá sirvió dos platos con sopa fría en la mesa y lo deguste en lo que terminaban de coserse las costillas-, dijo que estás saliendo con Hwang. La hubieras visto de un lado a otro dando brincos por la casa.

-Ella siempre ha sido una exagerada, pero sí, decidimos darnos una oportunidad.

-¿Estás seguro de eso?, no quiero que salgan lastimados por apresurarse, además ¿Ya olvidaste a Minho?

-Por supuesto que no -negué porque era la verdad, no había forma de que lo olvidará-, es algo que no puedo hacer, recuerdo los buenos momentos y también los malos, y nunca los voy a olvidar, pero eso no quiere decir que siga amándolo o queriendo estar con él, está en el pasado, Hyunjin es mi presente y mi futuro, tal vez si es apresurado y aún no pensamos bien las cosas pero por ahora disfrutaré el momento.

-Con que, "disfrutar el momento" -ella hizo una mueca que indicaba que no estaba feliz-, cuando se vive una desilusión amorosa, es difícil volver a encontrar el amor, siempre estarás pensando en tonterías, como: si no funciona o en el momento en el que serás dejado por alguien más, y sé que lo estás pensando ahora; En qué momento, o por qué razón, Hyunjin pueda dejarte.

No quería seguir hablando del tema, era verdad, mis pensamientos se había llenado de imágenes siendo dejado, hasta por razones estúpidas. No podía hacer eso, debía confiar en Hyunjin. No había forma de que pudiera iniciar algo bien si estaba pensando en las posibilidades de ser dejado.

-No puedo evitar no pensar en eso, hace uno meses no quería ni siquiera enamorarme de nuevo.

-Y lo entiendo es por eso que creo que deberías consultar con un psicólogo, depuse de todo el rompimiento con Minho fue muy duro para ti. No me malinterpretes, sé que eres fuerte pero nunca esta de más que tengas alguien con quien hablar, por supuesto tu hermana puede darte una consulta ahora que esta desempleada, pero creo que tanto tu como ella nublarían su juicio por la sangre, así que estaba pensando en que le pida ayuda a Baeko.

-Lo pensaré -le dije a mamá, no sólo porque no quería preocuparla, tampoco quería arruinar lo que estaba empezando a Hyunjin por mis inseguridades.

Con muy pocas gana regrese al trabajo, no tenía mucho trabajo, la mayoría de lo casos eran sencillos, casos de robo, despojos, uno que otro acaso y fraudes, donde podía negociar acuerdos entre las partes antes de llegar a un juicio, por lo regular era Christopher, el que tomaba los caso interesantes y soñaba con que algún día podría tomar uno de esos casos; para eso, tenía que seguir trabajando en los casos simples.

No todos eran simples, algunos se habían complicado por culpa del fiscal, estaban obsesionados por archivar lo casos y no trabajar que siempre se acaban una "prueba" de la nada, eso seria bueno si estuviéramos del lado de la parte victimaria, pero por lo regular nuestros clientes siempre eran lo imputados, de todos modos no había mucho que hacer con la parte victima.

La puerta de mi oficina se abrió estrepitosamente, fue Minho quien entro y miró a mis pasantes.

-Salgan -les indico, no se veía de buen humor -vayan a casa ahora.

Lo chicos lo hicieron, con evidente sorpresa y miedo en su rostro, tomaron sus cosas rápidamente y salieron, haciendo sólo un ademan que indicaba "adiós" con sus manos.

-Dime un razón lógica para que entienda por qué intimidas a mis pasantes.

-No intimido a tus pasantes, necesitamos hablar.

-No entiendo de qué, estoy seguro que no tienes ni una queja de mi trabajo.

-Sabes de que quiero hablar. Me equivoque Seungmin -me miró a lo ojo, mientras se imponía frente a mi escritorio-. Terminaré con Jawoon, le pediré el divorcio, tu debes terminar con ese chico lo que sea que tengan para que podamos ser felices.

Hasta cuando iba a parar de decir estupideces, Minho estaba fuera de sus cabales. Meses antes hubiera deseado esta palabras, que terminaría su compromiso con ella, que buscara ser feliz conmigo, que sentido tenía hacerlo ahora que estaba intentando ser feliz con alguien más.

-Si quieres divorciarte de ella, hazlo, pero no me tomes como excusa, sólo porque tu matrimonio no funcionó.

-¡No funcionó por tu culpa! -gritó y golpeo el escritorio, involuntariamente me hice hacia atrás asustado- ¡Me lo debes!

-Te volviste loco -declaré- Lo único que hice todo este tiempo, es quedarme atrás, no molestándote, mientras veía como te casabas con una mujer, como tomabas su mano y la besabas, lo único que hice fue callar mis sentimiento y sufrir en secreto, me aguante lagrimas y palabras de odio contra ti. No tienes ningún derecho a echarme la culpa.

-Es porque te amo que no funcionó, debiste irte, pero seguías aquí, tan presente. Mientras insistías en permanecer en la firma, me dabas esperanzas. La única razón por la que no te fuiste es porque querías seguir viéndome, no niegues eso.

Tal vez así fue al principio, pero tampoco es que tuviera otro lugar al cual ir, y como bien dice Hyunjin, el dinero no cae del cielo. No es tan fácil, cualquiera en mi condiciones, sufriendo como lo había hecho, hubiera huido e intentado olvidarlo. Yo no era así, no podía renunciar a mi trabajo de una forma tal fácil y me negaba a olvidarme de Minho por la simple lejanía, eso sería una mentira, quería dejar de tener esto sentimientos por él aun viéndolo todos lo días.

-Por favor Minho, si me amas, déjame ir como yo lo hice hace tiempo. No puedo renunciar a mi trabajo tan fácilmente, pero tampoco creo poder soportar tu acoso. Olvídate de mi.

-No es tan fácil -esquivo el escritorio y me tomo de los hombros con fuerza-. Eres el concepto de tortura. Una tortura y una tentación, estos sentimientos por ti, están quemándome por dentro. Nunca debí enamorarme de ti. Si tan sólo no hubieras aparecido en mi vida, deberías hacerte responsable.

Sus ojo amenazaban con llorar, nunca me imagine que llegaría el día, en el que, el hombre que recargaba su cabeza en mi pecho y se aferraba a mis hombros, se viera tan lamentable. Lo abrace con fuerza y acaricie su cabello, como lo había hecho tantas veces antes, cuando todavía nos amábamos. Era cosa del pasado.

-Deja a Jawoon, sólo así, sabré que eres un hombre que vale la pena.

Un brillo de esperanza apareció en sus ojos. Me sentí mal por darle falsas esperanzas, pero ni Jawoon ni él, merecían seguir en ese matrimonio.

¡ QUÉDATE CON ELLA !Where stories live. Discover now