Capítulo 0

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//primer historia que escribo, la tenia en mi cabeza hace tiempo o almenos algunas ideas que quizás incluya aquí o termine olvidando conociendo mi pésima memoria pero almenos espero pueda entretener a alguien//

Su historia era bastante conocida, arrojado del olimpo al nacer por ser imperfecto, volver sólo porque habían notado su potencial, burlas, engaños y humillaciones todas estas cosas eran la vida del dios herrero Hefesto pero a él jamas le había importado esto ya que sólo le interesa aliviar un sentimiento que se sibreponia a todas sus emociones negativas que de algún modo ésto le habia ayudado a sobrellevar su vida pero con el pasar de los siglos el sentimiento se incrementaba hasta que ya no podía más.

-realmente vale la pena seguir aquí, seguir creando apesar que ya no lo hago con la misma emoción de antes siguen siendo creaciones excelentes pero no perfefectas, carecen de algo, algo falta en mis creaciones desde hace mucho igual que en mí... pero que es

decia para si mismo terminando su último proyecto, una reforja a su característico martillo aquel símbolo de poder por el que siempre sería recordado pero apesar de esto el dios se veia decepcionado y insatisfecho ya que sabia que algo andaba mal no sólo con sus creaciones si no con él mismo.

decia para si mismo terminando su último proyecto, una reforja a su característico martillo aquel símbolo de poder por el que siempre sería recordado pero apesar de esto el dios se veia decepcionado y insatisfecho ya que sabia que algo andaba mal ...

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-talves sea momento de finalmente ejecutar aquel plan, pero no puedo irme sin más, lo sabrán y me buscarán por todos lados aunque se que no por aprecio sólo porque me necesitan así que será mejor ponerme manos a la obra apenas logro reforjarlo y ya debo volver a darle uso

decia mientras sacaba el martillo del agua dónde lo había puesto para enfriarlo por suerte esta era agua de los ríos del inframundo si usará agua común esta se habría evaporado en cuestión de segundos pero una vez listo su martillo el dios herrero se disponia a crear algo quizás le daría la misma sensación que sus anteriores trabajos pero almenos pondría todo su empeñó en superarse a si mismo

-creó estás listo, incluso tuve que remodelar el interior de la forja pero valdrá la pena ahora activate, terminal de mantenimiento olímpico Ἥφαιστος"

toda la oscuridad de aquella lúgubre fragua era disipada cuándo la gran maquina en su centro era activada revelandose además que aquella vieja fragua había desaparecido ahora todo parecía algo más futurista y tecnológico mientras aquella maquinaria comenzaba operaciones comenzando el proceso de forjar armas y herramientas que estaban en la lista de pendientes de Hefesto.

toda la oscuridad de aquella lúgubre fragua era disipada cuándo la gran maquina en su centro era activada revelandose además que aquella vieja fragua había desaparecido ahora todo parecía algo más futurista y tecnológico mientras aquella maquinari...

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-funciona, funciona!!! ahora que eh comprobado tu funcionamiento podré ejecutar mi plan así no sabrán de mi ausencia

por instantes el dios dejaba de lado su ya habitual personalidad sombría y apática mostrando emoción por su mas nueva invención casi estaba apunto de gritar que está estaba viva cómo si el dios se tratará de un científico loco.

-de aquí en más no habrá vuelta atrás, la terminal funciona perfectamente, la oscuridad de la noche me cubre, que suerte que a Selene no le interesa lo que suceda a diferencia del metiche de su hermano Helios, esperó poder encontrar eso que tanto necesito, si no pude encontrarlo durante todo el tiempo que viví en el olimpo quizás pueda hallarlo en el mundo mortal.

cómo si de una ironía del destino se tratará el dios herrero volvía a caer del olimpo justo cómo aquel día en que había venido al mundo pero esta vez las cosas serian diferentes no sólo por haber sido el mismo quien decidió saltar y evitaría dañar su pierna, está vez el dios no había caído para ser desechado si no que para buscar aquello qué durante tanto tiempo necesito, no necesitaba el prestigio de ser un dios olímpico, no necesitaba el amor de la diosa más bella además que no lo había conseguido siquiera, el necesitaba algo más.

El viaje del herrero Donde viven las historias. Descúbrelo ahora