CAPÍTULO 7

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Ya había pasado tiempo desde que Hefesto habia vuelto de su viaje él esperaba que las cosas cambiarán tras su regreso pero no habia sido asi en sus pensamientos se decía así mismo que fue muy estúpido esperar a que las cosas cambiarán si no sucedió en miles de años en los que vivió en el olimpo y estuvo fuera en su viaje asi que sólo se le había ocurrido algo si las cosas no cambiaron por si solas él seria quien comenzaría a cambiar las cosas, desde su llegada ya no habia forjado ningún encargo todo eso lo hacía la máquina que construyó mientras el solo hacia cosas para si mismo y por mero pasatiempo seguia atendiendo las peticiones aunque siempre hacia algo en particular si los dioses ya sean dioses menores o los demás olimpicos lo exigían el no diría nada y daría lo que pidieron con un pequeño rasgo estas cosas se destruían en la cara de sus dueño y naturalmente las quejas no se hicieron esperar a lo que el herrero simplemente respondía:

-solamente obtienes lo que mereces si me exiges algo te dare lo daré del valor que se merece y si no te parece busca a alguien más o espera no puedes soy el herrero del olimpo pero ahora las cosas las haré bajo mis condiciones...

varios se molestaban con este trato pero poco o nada podían hacer sobretodo tras lo que alguien hizo, fue el acto más estúpido que pudo haber echó, intentar atacar a Hefesto tras recibir la misma respuesta en reiteradas ocasiones pero aquel dios olímpico no habia respondido a los insultos y justo al momento del ataque de su agresor el arma que este portaba se destrozaba frente a su mirada atónita sólo para ser tomado del cuello por el herrero

-quítame las manos de encima maldito; lord Ares tenía razón no importa si cambiaste de apariencia seguirás siendo el maldito herrero lisiado incluso siendo un olímpico nos sirves a todos no eres más que un esclavo, una herramienta!!!

-terminaste? si es así quítate de mi camino tengo que ir a mi templo por cosas que necesito ahora fuera de mi vista..., ανάφλεξη!(ignición!)

Hefesto arrojaba con fuerza a su agresor contra una de las paredes de la ciudad del olimpo pero al momento de ser arrojado los demas dioses menores y criaturas presentes sólo observaron cómo una bola de fuego era arrojada y al caer al suelo veían al dios aún ardiendo por unos segundos hasta que Hefesto cerro su puño desapareciendo las llamas dejando a un dios con muchas quemaduras y inconsciente

-les recuerdo quién es su superior y si vuelven a ser unos insolentes absténganse a las consecuencias

todos quedaban en silencio, Hefesto no respondió jamás a lo insultos incluso cuando se los decían en cara pero eso habia cambiado la insubordinacion en contra suya finalmente era castigada, varios sabían de lo que eran capas los otros 11 cuándo se molestaban y ahora presenciaron que incluso Hefesto actuaría asi de ahora en adelante por parte del dios herrero llegaba al templo que por desgracia aun compartía con su esposa y al entrar oía el sonido que más le desgrada aquel que habia escuchado innumerables veces, Afrodita teniendo una aventura nuevamente pero reconocía las demás voces el resto de dioses que se habian metido con ella

-definivamente algunas cosas no cambian bien llegó la hora...

Hefesto simplemente salia de su templo sin hacer ruido parándose frente a la entrada manifestando un círculo mágico enfrente suyo asi bloqueando el lugar nadie entraría o saldría para posteriormente sacar de su bolsillo un pequeño proyector comunicándose con su autómata

-asi que adiviné?

-deja las bromas Galatea simplemente activa el protocolo φλαμουριά(ceniza)

El viaje del herrero Where stories live. Discover now