Hefesto siempre sintió un sentimiento de vacío no importaba si estaba casado con la encarnación de la belleza, si creaba armas poderosas y maravillas o incluso si era venerado por los humanos cómo uno de los 12 olímpicos el siempre sentía que le fal...
Ya habia pasado tiempo desde que el dios de la forja se habia ido del olimpo sin dejar rastro, los dioses no tenían sospechas ya que de todas maneras sus peticiones eran cumplidas y al ver sus armas o demas cosas que pedían ser entregadas por maquinas voladoras ellos suponían que Hefesto simplemente seguía encerrado trabajando y para no perder tiempo había diseñado esta forma de entregar y así fue la rutina hasta un día cualquiera.
-fue un buen viaje pero quizás ya sea tiempo de volver almenos por ahora...
En aquella forja se creaba un torbellino de fuego que al ser disipado revelaba una figura la cual se limitaba a observar el lugar con nostalgia además de ver cómo la inmensa máquina seguía operativa apesar del paso del tiempo y a su lado se encontraba otra entidad que se limitaba a observar el sitio cómo si estuviera analizándolo
-me alegra saber que te construí muy bien soportastes todo el tiempo que me ausente voy darte mantenimiento una vez me ponga al corriente
-asi que este es el lugar siempre creí que era un vertedero por cómo lo describían los humanos pero parece más un fabrica avanzada incluso para la época de la humanidad.
-era un vertedero, no me había molestado en limpiar este lugar hasta que decidi hacer mi remplazo pero eso ya es historia pasada mejor salgamos de aquí si estoy en lo correcto hoy debe ser la habitual reunión
-que conveniente que justo vuelvas el día que se reúnan aunque sólo vas a entrar por la puerta y dirías, hola volví de mi escapé de siglos del que jamás les hablé.
-aveces me arrepiento de haberte dado conciencia y que por consecuencia desarrollarás el sarcasmo... pero no haré eso además seria un poco obvio lo entrar por la puerta además porque no hacer una entrada triunfal nunca eh hecho una porque no son mi estilo pero nunca es tarde para hacer algo aunque sea una vez
dicho esto ambos salian de la forja evitando ser vistos por cualquier dios menor o ninfa que estuviera en los alrededores para mantener la sorpresa además que serian considerados invasores y eso traería muchos problemas de los cuales el dios herrero no quiere lidiar, tras avanzar un rato habian llegado al techo de la sala de reuniones dispuestos a hacer su gran entrada mientras sólo oian los típicos parloteos, hera reclamándole a Zeus el ser un adúltero de primera, Poseidon y Atenea discutiendo, Artemisa y Apolo peleándose por quien era el hermano mayor, Dionisio poniéndose ebrio sólo para poder lidiar con ésto hasta el final de la reunión, etc
-para ser dioses se comportan cómo unos humanos idiotas y inmaduros
-acostumbrate que ésto es más común de lo que parece ahora entiendo porque mi tía cedió su lugar en el consejo y mi otro tío no pone un pie este lugar diciendo la excusa de tener mucho papeleo con las almas del inframundo aunque si me dan a elegir entre soportarlos a ellos o el lugar oscuro, lugubre y lleno de muertos ehhh creó la segunda opción suena más acogedora...
tras ver un poco la habitual "reunión" de los olímpicos Hefesto y su acompañante se disponían a planear la dichosa entrada triunfal hasta que.
-si sobre eso que mejor que una entrada sorpresa!
aquella entidad que acompaña al herrero creaba un enorme puño metálico con el que rompia parte del techo haciendo caer al dios mientras se limitaba a a observar lo que sucedería
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