"Con una parte de mi corazon" (Zhongli x Tartaglia - fanfic) GENSHIN IMPACT

II

Una semana.

El viento se filtraba por la ventana y recorría la casa que, con cada día tuyo de ausencia, se siente más fría, casi gélida. Estaba a punto de meterme a la cama hasta que la habitación pareció recobrar la calidez y un estruendo en la puerta arrojó el silencio por la ventana.

-¡Zhongli ya llegueeeee!-

-Que falta de respeto entrar a casa con tal alboroto a esta hora- traté de fingir enojo pero me es apenas posible, es cierto que podría haber estado dormido a esta hora, cualquiera lo estaría, era de madrugada pero tanto hoy como cada día desde que te fuiste me desvelo, manteniendo entre mis manos una taza de té ya fría hace mucho, esperando a que volvieras.

-No seas tan frío conmigo, Zhongli, séque en el fondo también me extrañaste- dejó sus cosas tiradas junto a la entrada y se me encaramó en lo que podría ser un abrazo si quitamos la extraña forma que tiene de enredar sus brazos en mi cuerpo, como tratando de aferrarse de cualquier forma posible, rearmé el abrazo como pude para devolver el gesto y mientras tanto reí bajo por el fugaz pensamiento de que parecía un pulpo -Oye, oye ¿Y tu de que te ríes ahora?- se carcajada, supongo queriendo reírse del chiste aunque no lo conociera aún.

-Estaba pensando que pareces un pulpo- Sonreí para él pero me desconcertó ver que no le hacía gracia mi comentario.

-Pero a ti te dan asco los pulpos - su mirada usualmente no tiene brillo, pero justo ahora parece un vórtice oscuro.

-Asi es- me soltó y caminó a la habitación que compartíamos, cerrando la puerta tras suyo y justo antes de cerrar por completo dijo.

-Parece que al poderoso Morax le va a tocar dormir en el sillón- y con una sonrisa cerró la puerta con llave.

¿Dije algo malo?

◇

Un aroma a comida casera inundó la sala y aunque los rayos del sol aún no molestaban acariciando mis párpados termine por abrirlos cuando unos dedos se colaron entre mi cabello, acariciandolo en remolinos, solo había una persona en el mundo que me tocara el pelo de esa forma y tan libremente -Ajax- murmure a medio sueño, no estando lo suficientemente despierto para saber que era él, buscando una señal de que aún estaba aquí y no se había ido a media noche apenas llegar como había hecho tantas veces.

-¿A caso hay alguien más que te despierte de esta forma?- estaba por alejar su mano de mi cabello pero la retuve enlazando sus dedos entre los míos para mantenerlo junto a mi.

-Nadie, solo tu- me recompuse en el sillón para besar el torso de su mano aún atrapada entre la mía. Miré hacia arriba. Después de una semana estaba de nuevo aquí, con el cabello despeinado y rojizo, con la camisa desacomodada y mi corazón de piedra de nuevo pareciera derretirse y fluir por mi cuerpo, como vivir de nuevo, era triste pensar que volvería a su frío y rígido estado cuando él se fuera a otra misión.

-Si haces esto para que me olvide de lo de anoche estas muy equivocado- Apoye su mano contra mi mejilla par que siguiera acariciando.

-No tengo idea de que fue lo que hice pero se me ocurren varias formas de compensarlo- sus mejillas parecían brasas rojas y calientes, miraba a otro lado con algo de vergüenza pero terminó por responder.

-Supongo que después del desayuno es posible- me levanté y lo arrastre a la cocina donde ya esperaban dos platos servidos.

-Entonces apresuremonos a comer ya-

◇

Dos semanas se pueden pasar de un hilo cuando estoy contigo, despertar con tu pelo acariciando mi cara e ir a dormir con tu respiración chocando en mi cuello, las salidas y puestas de sol son consecutivas y crueles, no esperan ni un segundo a nuestro amor. Siempre pienso que debí ponerte como parte del trato con la Zarina, te quedarías conmigo en esta casa para vivir nuestros días en paz y amor, quizás lograría curar las heridas que el abismo dejó en ti, quizás te enseñaría a apreciar la paz sobre la guerra, quizás empezaría a gustarte la idea de quedarte en un solo lugar, pero dos semanas no son suficiente tiempo para todos esos quizás y tu ya tienes que partir a otra aventura, sin una parte de mi que te acompañe.