Capítulo 18

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Respirar profundamente nunca se sintió tan bien como aquella tarde. Hange podía sentir como la brisa primaveral golpeaba levemente su rostro y lanzaba aquellos mechones desordenados por todo su rostro, pero eso no la molestaba, por el contrario, la hacía divertirse.

Acababa de salir de la oficina, algo temprano pero la verdad era que ese día no tenía motivos para quedarse de más; había terminado su trabajo y no requerían de su presencia por el resto del día. Levi había salido también y fue a casa de su madre a verla, pues la azabache lo había regañado por no ir a visitarla seguido. Aún tenía algo de tiempo antes de apresurarse a llegar a la universidad por lo que había decidido caminar por un parque cercano a la empresa. Hace mucho que no hacía eso y resultó ser muy agradable tener ese tiempo para ella.

Se sentó en una banca a la intemperie que había cerca y sacó su teléfono. Se tomó una foto y la envió por el chat grupal que compartía con sus amigos, como presumiendo de tener un momento agradable mientras los demás estaban metidos en otras cosas, de seguro, aburridos con el trabajo.

Si bien había decidido tomarse un tiempo para relajarse en los pocos espacios abiertos a la intemperie de esa gran ciudad, eso no quería decir que chatear le quitaba la satisfacción que sentía. El solo estar sentada ahí le era gratificante.

Se la pasó conversando con sus amigos por un tiempo indeterminado. Los únicos disponibles habían sido Mike y Erwin pero se divertía con las ocurrencias de ese par. Había estado tan absorta en el teclado de su celular que le sorprendió cuando llamaron de repente. Descolgó la llamada sin siquiera saber quien la llamaba; se había sorprendido tanto que su acción fue inconsciente.

— ¿Hola...? —preguntó con algo de temor.

¿Dónde estás? —preguntó una voz que conocía muy bien.

— Ah, eres tú... —respiró aliviada.

¿Esperabas a alguien más? —reclamó Levi en la otra línea.

— No —se rió, él parecía celoso.

¿Dónde estás? —preguntó nuevamente.

— En el parque que está cerca a la empresa —respondió.

Voy para allá —colgó luego de decir eso.

Hange se quedó un poco ida por la reciente llamada, hasta que recordó que debía responder a la conversación que tenía con sus dos amigos rubios.

Levi llegó hasta el lugar indicado. En algun otro momento, Hange se habría negado o lo habría regañado por ir por ella. Sin embargo, eso era tan común en los últimos meses que lo tomaba como algo normal. Levi abrió la puerta del copiloto de su auto y ella supo que su intención era llevarla a su universidad.

— ¿Cómo esta tú mamá? —preguntó con interés cuando el auto arrancó, ella tampoco había ido a verla últimamente.

— Ella está bien —respondió inexpresivo con la vista en la carretera—. Preguntó por ti —comentó.

— Debo ir a verla un día de estos... —se prometió.

El teléfono de la castaña timbró una vez más. Esta vez, Hange pudo apreciar en la pantalla que se trataba de su amigo Moblit, por lo que respondió feliz.

— ¡Hola, Moblit! —saludó alegremente— Ya estoy yendo a la facultad —avisó.

Hola —se logró escuchar por el teléfono móvil, pese a que no estaba en altavoz—, te llamaba para decirte que la clase de hoy se canceló.

— ¿Qué? —se quejó con pena, había estado esperando la lección de ese día.

La esposa del profesor está en el hospital, dará a luz —comentó el motivo.

Operación: Arruinar una boda [Levihan]Where stories live. Discover now