Capítulo 30

100 12 50
                                    



-Por un momento pensé que no ibas a volver -le dijo Tom cogiéndola en brazos en cuanto la tuvo delante.

-Por un momento pensé que no ibas a volver -le dijo Tom cogiéndola en brazos en cuanto la tuvo delante

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

-Bájame-dijo riéndose-nos esta mirando todo el mundo.
-No me importa-dijo besándola sin importar la gente que tenían alrededor.

Tom no había podido dormir pensando en la conversación de la noche anterior, Layla no le había contestado a si iba a volver, sólo le dijo que estaba cansada, y que hablarían al día siguiente. El estaba seguro que no iba a volver, hubiera apostado cualquier cosa, la había visto tan feliz allí con sus hijos , que no le hubiera reprochado que lo hiciera.

Y no estaba equivocado, hasta ese momento Layla estaba decidida a no regresar, pero ver a Tom mirándola de esa manera, le movió algo por dentro.

Si no iba a volver a verlo , necesitaba despedirse. Así que finalmente decidió coger el avión de vuelta  y aprovechar el tiempo que le quedaba junto a él , aunque aquello significara que la despedida sería horrible.

-Quería llevarte a cenar, pero creo que por hoy hemos tenido suficiente público -dijo mientras la soltaba y le cogía la mochila- Vamos a mi casa y cocino algo, Sarah se queda con mi madre esta noche, ¿ o prefieres pedir algo?
-¡No! Prefiero que cocines tú. Lo haces demasiado bien para no aprovechar la oportunidad.

Y cogidos de la mano salieron del aeropuerto.

Cuando llegaron Layla se dispuso a darse una ducha mientras Tom preparaba la cena.

Mientras el agua caliente le recorría el cuerpo, no paraba de darle vueltas a todo lo que había pensado la noche anterior, estaba claro que sentía algo por él , y ese precisamente era el problema.

No hubiera imaginado que pasara en tan poco tiempo y estaba segura que a él le pasaba lo mismo, pero tenía que decirle que aquello no iba a ninguna parte. En algún momento ella volvería a Barcelona y ahí se acabaría todo , por mucho que le doliera.

Ni siquiera sabía como iba a hacerlo llegado el momento, sentía que sería incapaz de separarse de ese hombre y en ese momento sintió como las lagrimas recorrían sus mejillas.

Tom la llamó un par de veces cuando hubo terminado la cena, pero al no obtener respuesta se dirigió al baño.

Cuando Layla le escuchó llamar a la puerta volvió de sus pensamientos.

-Pasa-le dijo.
-¿Estás bien? Te he llamado un par de veces y no me has escuchado.

Pero cuando se acercó a ella y la vio, supo que no lo estaba. Tenía los ojos rojos por haber estado llorando. Esta vez Layla no intentó disimularlo como otras veces, ya no.

Y esta vez Tom tampoco le preguntó nada más, simplemente se quitó la ropa, se metió con ella en la ducha y la abrazó.

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Un cambio de rumboDonde viven las historias. Descúbrelo ahora