Capitulo 51

55 11 53
                                    

La noche de la boda

Tom observaba junto a Marc, como las chicas bailaban divertidas en la pista de baile, cuando le sonó el móvil. No reconoció el número pero aún así decidió contestar, el prefijo era español y pensó que podrían ser los padres de Layla o su madre.

-Salgo un momento- le dijo a Marc, el cual asintió.
-¿Sí?- respondió.
-Te dije que te alejaras de ella, pero no. En lugar de eso te la llevas a una fiesta. ¿Pensabas que no me iba a enterar? Habéis salido en todas las revistas del corazón del Reino Unido, es tan repugnante- escuchó a Robert al otro lado.
-Y yo que nos dejaras en paz, ¿no entiendes un no como respuesta Robert? Ella no quiere saber nada más de ti, después de todo lo que le has hecho, ¿de verdad crees que podría volver contigo? No estas bien Robert, olvídala-respondió Tom bastante alterado.
- Te equivocas, la que no está bien es ella. ¿Qué narices ha visto en ti? Solo eres un actorucho. No , ni siquiera eso, ya ni actúas- Tom le interrumpió, no aguantaba más escucharle.

-¡Robert ya!-le gritó-¿Estas diciéndome todo eso en serio?¿Tú? Eres un psicópata, ni siquiera entiendo que haces en la calle aún. No voy a dejarla. Es más, voy a irme a vivir con ella y los niños a Barcelona, por fin esos niños tendrán un padre. No lo que quiera que fueras tú para ellos.
-¡No te atreverás¡- gritó Robert esta vez.
-¡Claro que lo haré!-gritó también Tom.
-Te lo advertí Tom. Tú lo has querido- y colgó.

Cuando Marc lo encontró, estaba muy nervioso y lo sacó a una de las terrazas donde le contó la conversación que había tenido con Robert

Rất tiếc! Hình ảnh này không tuân theo hướng dẫn nội dung. Để tiếp tục đăng tải, vui lòng xóa hoặc tải lên một hình ảnh khác.

Cuando Marc lo encontró, estaba muy nervioso y lo sacó a una de las terrazas donde le contó la conversación que había tenido con Robert.

-¿Ese hombre no se va a cansar nunca?- preguntó Marc.
-Es que no entiendo que le pasa por la cabeza, cree de verdad que Layla puede volver con él.

Mientras continuaban hablando hasta que Tom se calmara un poco, volvió a sonar el teléfono.

-¿Es él otra vez?- quiso saber Marc.
Tom asintió mientras respondía a regañadientes.
-Robert ya he dicho todo lo que tenía que decir...- pero Robert le interrumpió.
-Pense que como el futuro padre de mis hijos te gustaría ver esto... Dos días, o te juro que no los volvereis a ver. Es el tiempo que tienes para dejarla. Y créeme que lo sabré- y colgó.
-¿Qué demonios...?-.

El teléfono de Tom volvió a sonar, esta vez era un mensaje con un enlace. Lo abrió y se quedó pálido al ver lo que era.

-¿Tom estás bien?- preguntó Marc mientras veía como el negaba.
Se acercó a él para ver que tenía así a su cuñado.
Lo que vio lo dejo a él también sin palabras.

Robert había entrado en la casa de Mallorca, parecía que aquella misma noche, y había grabado a los niños mientras dormían, aunque no solo a ellos. También a los padres de Layla, Diana e incluso a William.
Se había paseado libremente por cada habitación de la casa sin que nadie se diera cuenta.

-¡Mierda Tom este tío está loco!¿Que te ha dicho?- dijo Marc nervioso.
-Que sino la dejo no los volverá a ver- respondió Tom pensativo- Marc ¿Puedes mandarle el vídeo a Sam? Nose ..quizás pueda ponerse en contacto con la policía allí y hacer algo- Tom estaba muy nervioso y fue lo único que se le ocurrió.
-Si claro, vamos a mandarlo directamente desde tu teléfono y mientras lo llamo- contestó Marc.
-¡Joder!- dijo visiblemente angustiado Tom- ¡Ya no está!¡El vídeo ya no está¡- gritó.
-¿Qué?¿Como que no está?- preguntó Marc mientras le quitaba el teléfono de las manos.
-¡Pues que no está!- gritó de nuevo.

Un cambio de rumboNơi câu chuyện tồn tại. Hãy khám phá bây giờ