Record of daily life [Shuumatsu no Valkyrie]

Arañas

Resumen: El cabello de Sasaki es largo, muy largo

Palabras: 480

Aclaraciones: Young! Kojiro

Kojiro había sido devuelto a su forma joven cuando recién había fallecido, por lo que ahora no tenía arrugas y su cabello era de un negro intenso, como siempre, sostenido en una coleta alta, tiendo mechones largos y cortos, mechones que algunas valquiras disfrutaban de peinar, el japones era como su muñeca de peinados, por lo que cuando no tenia nada que hacer, dejaba que las valquirias lo tomaran como juguete, desde simples coletas dobles hasta trenzas que no les encontraba forma, el prefería solo tomar una goma y atar su cabello, el era sencillo

—Seguro que no quiere un peinado más bonito, señor Kojiro?— Pregunto Geir mientras pasaba el cepillo por su coleta

—Estoy bien, pequeña, además luego hay peinados que no les encuentro forma y es complicado deshacerlos, así que déjalo así— Se levantó dispuesto hacer sus deberes ya que ese día era su turno, por lo que acomodando su kimono para ponerse un mandil, la valquiria tomó sus cosas y despidió de él

—Nos vemos mas tarde señor Kojiro—

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Se encontraba bastante entretenido en la cocina mientras picaba las verduras, se inclinó un poco más sobre la mesa, cuando sintió algo cerca de sus ojos y mejillas que lo asustó, dándose un manotazo en la cara, sea lo que allá sido eso lo asusto mucho

—Eso no se sintió bonito— Se tallo un poco donde se había dado el golpe y luego llevó las verduras picadas a la olla hirviendo, mientras dejaba eso calentar decidió que iba preparar una limonada

Lavo sus manos y se dirigió al refrigerador, los limones se encontraban en la parte más baja por lo que se inclinó para tomar algunos y de nuevo esa extraña sensación junto a sus ojos, por lo que una vez más dio un manotazo esta vez menos fuerte, sea lo que sea eso esta vez no lo molesto tanto, pero la sensación como de algo volando cerca de sus ojos, no era nada agradable

Continuó con sus labores domésticas de manera normal, por excepción esa extraña cosa que se posaba a veces junto a sus ojos, orejas o mejillas. El tacto con esa cosa le daba unas cosquillas desagradables pero no entendía de dónde venía, miraba las esquinas de la cocina, debajo de las repisas, pero no había nada, ni siquiera restos de telarañas, así que rendido se puso sacar los trastes para servir la comida, los platos se encontraban en las repisas más altas, así que esforzándose para tomar los platos de nuevo esa cosa lo molesto, cayendo al suelo.

—Esto es ridículo, mejor que nadie lo sepa— Se dijo así mismo cuando se dio cuenta de que la extraña cosa que lo molestaba era su propio cabello —Quizá trenzarlo no estaría mal— Sostuvo un mechón de pelo mientras lo pasaba por su cara, si en definitiva había estado siendo atormentado por su propio cabello.

Me gusta escribir cosas inspiradas en la cotidianidad