¿QUE PODRIA SALIR MAL?

CAPITULO 01: Un nuevo futuro

Ya de entrada al invierno, los pueblerinos iniciaban cosechando sus alimentos para pasar la invernación, otros lucían sus mejores abrigos de pieles costosas que tenían en lo más profundo de su guardarropa, como todo señor arrogante, mientras que otros se preparaban para el festival de invierno, uno de los mas grande y hermosos festivales que se celebran una vez al año, con su coloridas linternas, sus preciosos adornos y por supuesto sus deliciosos postres, el ambiente es muy hogareño y navideño, todas las personas se ríen y se divierten con su familia, amigos o pareja, todos menos una persona... Apartado de todo el mundo, un pequeño niño de ropas andrajosas veía todas esas personas pasar enfrente suyo, con esos elegantes y cálidos abrigos de pieles que mantenían su calor corporal en equilibrio y comiendo esos postres de frutas con bebidas calientes, eso simplemente lo envidiaba, el pequeño infante no tenía a nadie después de que sus padres murieran en una cacería nocturna, se quedó solo en las calles, teniendo hambre durante todo el día y pasando frío en las noches. Con el paso del tiempo el pequeño de 3 añitos desarrollo cinofobia, que es un temor irracional hacia los perros, esto se debe a que el infante se enfrentó constantemente a esos animales por un poco de comida o por un lugar donde dormir, así que era de esperarse a que el pobre niñito terminara con heridas por todo su cuerpo, ahora el tiene que tener mucho cuidado de no atraer a esas bestias por la comida que consigue y estar alerta en las noche por si lo atacan mientras el duerme. Ahora el pequeño infante ya cuenta con 4 años de edad, y aun sigue en espera de que sus padres lleguen y lo rescaten de la situación en la que se encuentra, quiere volver a sentir ese calor que le otorga su madre, quiere volver a probar la deliciosa comida que su padre les prepara a el y su madre, quiere estar con ellos, pero nunca más los volverá a ver, estará solo durante toda su vida.

- A-Ying debe esperar... Debe esperar a que mami y papi regresen... A-Ying debe ser fuerte... A-Ying debe sonreír siempre... -se dijo así mismo el pequeño mientras hacia unos muñequitos con basura formando 2 grandes y uno pequeño, simbolizando a sus padres y a el mismo.- Mami... -dice mientras coloca uno de los muñecos grandes sobre la nieve.- Papi... -continuó mientras ponía otro muñeco a una distancia corta del otro.- Y A-Ying... -dijo finalmente colocando el muñequito que lo simbolizaba a él en medio de los dos anteriores.-

El pequeño admiró por un par de segundos a los muñecos que hizo sobre la nieve, luego una mueca de tristeza acompañada con un par de lagrimas gruesas se instaló en su carita sucia de tierra, sudor y lagrimas secas, producto de las terribles persecuciones de parte de una jauría de perros de cacería. Ahora en pleno festival de invierno en la ciudad de Yiling, espera conseguir aun que sea el doble de lo que come normalmente y esperar a que los perros no se lo arrebaten.

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En otra parte de la ciudad de Yiling, un grupo de jóvenes cultivadores junto a su líder se encontraban en la búsqueda de cierto pequeño que según los rumores este se encontraba en la ciudad de Yiling, después de buscar entre tanta gente decidieron por separarse en pequeños grupos de 2 personas para así poder hallarlo más rápido, en total fueron 3 dúos y el líder por su cuenta. Peinaron todo el mercado si saltarse ningún lugar, preguntando a todas las personas que se cruzaban en su camino pero todos contestaban lo mismo, "no lo he visto, lo siento jóvenes maestros" y seguían su camino, así estuvieron por varias horas buscando y preguntando, cuando ya estaban apunto de rendirse y marcharse de ese lugar una jovencita se les acerca y lo que les dijo hizo que una chispa de esperanza se instalara en sus ojos:
Una muchacha de unos 18 años aproximadamente, vestida con un hanfu de tonalidades en rosa y blanco se acerca al grupo de cultivadores. - ¿Buscan a un niño pequeño de unos 4 o 5 años verdad?
Aquellas palabras dejaron consternado al líder del grupo pero sin perder la esperanza de poder encontrar al pequeño niño de sus mejores amigos asintió rápidamente. - Si, ¿usted lo ha visto por aquí? -pregunto apresuradamente a la joven.-
Ella con un movimiento afirmativo de su cabeza respondió. -Si, de vez en cuando le dejo un poco de comida, siempre esta en el mismo lugar así que es fácil encontrarlo. -respondió con amabilidad.-
- ¿Nos podrías decir en donde es que le dejas comida a ese pequeño? -pregunto el líder con desesperación hacia la joven.-
La joven al ver la desesperación en los ojos del líder del grupo no pudo evitar sentir un poco de pena ya que no sabia como iba a reaccionar al ver el estado desfavorable del pequeño al que con tanto fervor quería encontrar, pero con toda y su lastima le dijo la ubicación exacta del niño, luego uno de los cultivadores que acompañaban a su líder buscó entre sus mangas y sacó una bolsita llena de monedas de oro y se la dio a la jovencita, hecho eso todo el grupo se dirige a la ubicación que ella les dio; al llegar se encontraron un de las escenas más devastadoras de sus vidas, un pequeño infante en posición fetal, cubriendo su carita de los ataques de esos perros que lo rebasan en tamaño y peso, el líder del grupo al no poder soportar ver más el sufrimiento de ese niño desenvaino su espada y de un golpe certero mato a los dos cuadrúpedos peludos que atacaban a su presa.
El infante al ya no sentir a esas bestias morderlo descubrió un poco su carita, abrió sus ojitos plata y al acostumbrar su vista a la luz de las linternas pudo divisar a un señor de túnicas moradas muy costosas y una espada brillante y bonita colgando en su cintura con una campana que hacia referencia de que ya pertenecía a una secta, dicho hombre le extendio su mano
-¿A-Ying, te acuerdas de mi? Soy amigo de tus padres. -dijo con pesadez pero se notaba la amabilidad y serenidad en su voz.-

El pequeño se descubre por completo su cuerpo para enderezarse y sentarse, viendo con más claridad el rostro de su salvador, justo cuando el hombre mencionó el lazo que compartía con sus padres sus ojitos plateados brillaron con esperanza.
-¿Usted conoce a mis padres? ¿Donde están?

Las preguntas entristecieron el rostro de aquel hombre, como decirle a un pequeño niño que sus padres ya no volverán nunca más, eso es simplemente horrible, ver como el rostro de la criatura más pura del mundo se derrumba completamente, algo que aquel hombre no quería que sucediera con el infante que tiene enfrente.

- A-Ying... tus padres... ellos... desafortunadamente... se tuvieron que ir...

- ¿A donde se fueron? ¿Se fueron por que A-Ying fue un niño malo? Si es así, A-Ying promete ser un niño bueno... -contestó con tristeza el infante. -

- No es eso pequeño... A-Ying es un niño muy bueno, y ellos no se fueron por eso... solo tuvieron que... pero mientras ellos siempre estarán aquí -apunta a la cabecita del niño- y aquí -apunta al pecho a la altura del corazón.-

Aquella explicación no la entendió muy bien el pequeño, pero se la trago, si ese hombre le decía que sus padres estarían siempre con el, con eso le bastaba.
- Y usted señor, ¿quien es usted?

- Yo soy un gran amigo de tus padres, soy tu tío Jiang Fengmian... Ven A-Ying... Vayamos a casa...

El infante con desconfianza tomó la mano del líder Jiang, y con solo ese simple acto marcó por completo la vida de ese pequeño niño, formando un nuevo y completamente diferente futuro...

Nuevo capitulo y dentro de poco el otro, trataré de hacerlos más largos. Que disfruten la lectura.

Bye😘