Cap 20

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Estaba sentada en mi patio trasero, con una botella de vino reflexionando y si de verdad lo que había hecho estaba bien, empecé a pensar que si merecía casarme, y en qué tendría que soportar todos mis episodios, en lo mucho que se asustaría al verme enojada llorando porque no puedo hacerme un buen delineado, en verme llorar solo porque me dio una crisis, en que me molesta mucho el desorden, en que no soporto que me mojen la cara, en que no soporto la suciedad, o los cabellos mojados que quedaban en atascados en mi regadera o en mis cepillos, en que detestaba sentirme sudada, en que odiaba y me acomplejaba cuando me criticaban lo más mínimo de mi cuerpo. Solo pensé que él tal vez no me conocía del todo, en que él pensaba que era diferente.

Encendí un cigarrillo, y bebí un trago a mi vino, era mi segunda botella y estaba por terminarla, y estaba llorando pensando en todo eso, Raquel había salido a disfrutar su verano porque se iba a la universidad.

Cuando de repente lo mire entrar, traia puesto su traje, con los primeros botones de su camisa desabrochados, y bien peinado, cuando me miro en tal condición frunció el seño.

-Elizabeth-dijo acercándose a mi con más velocidad- estás bien- dijo ya poniéndose de rodillas y tomándome por las mejillas- porque lloras?- pregunto quitándome el cigarrillo y apagándolo- desde cuando fumas?- pregunto confundido.

-Solo estoy teniendo una crisis- dije viéndolo directo a los ojos- es algo a lo que te tienes que acostumbrar si nos vamos a casar- dije golpeando a mi lado indicando que se sentará- siéntate, necesito hablar contigo- dije viéndolo sentarse a frente a mi y quitarme la botella de vino y darle un trago.

-ya no te quieres casar verdad?- pregunto.

-no es eso- dije viéndolo- quiero que lo hablemos que hablemos de nuestros planes, de como vamos a vivir de nuestra vida a futuro-dije sonriendo- primero quiero contarte de las muchas cosas que tienes que soportar y luego tu me dices tus detalles- le sonreí- primero lo primero- Respiré- Odio el desorden, lloro por todo, me enojo con todo, me da asco que me echen agua después de lavarse las manos, odio los cabellos en el cepillo y en la rejilla del baño, y no me gustan los animales- termine de decir- ahora tu turno, dime lo que te molesta.

-bien- dijo él y respiró- odio la suciedad también, me irritó fácil, tampoco me gustan los animales, odio la impuntualidad, y detesto que no me digan las cosas claras- respiró hondo y me miro expectante.

-ahora otra pregunta- dije- vamos a vivir aquí, o compraremos otra casa- dije entre cerrando los ojos- porque podemos salir de este vecindario y dejarle esta casa a Raquel o como quieras- sonreí.

-deberíamos de comprar una casa y salir de este vecindario- dijo el- pero quiero una casa algo grande y acogedora para nuestros futuros hijos- dijo sonriente.

- okey- dije- pero no tendremos servicio, como cocinera y eso, tú y yo haremos los labores de la casa-recalque- y si llegamos a tener hijos, tenemos que darles máxima atención, y tu- lo apunte- empezarás un taller de dibujo- dije amenazante.

-bien- dijo el- pero tú- me apuntó de la misma manera- empezaras lo de diseñadora y todo eso- sonrío satisfecho.

-bien- dije igual- y nosotros decidiremos todo sobre nuestra boda- demande- absolutamente todo y bailaremos la canción de Frank Sinatra, aceptas- puse mi mano como si se cerrara un negocio.

-acepto- dijo él y apretó mi mano y la sacudió- nos casaremos antes de que Raquel y Ares se vayan a la universidad- dijo viéndome serio.

-ellos se van en dos meses Artemis, no nos dará tiempo de organizar todo- dije frunciendo el seño- entonces abra alguien que organice todo- dije- menos mi vestido y tu traje, y las invitaciones- sonreí- no quiero que inviten a mi mamá o algo por el estilo.

-bien- dijo tomándole un trago a mi botella- pero está hecho de como se llamarán nuestros hijos y eso no?- se burló.

-ya lose- rodé los ojos- Hades y Hera, lo se lo tengo bajo control, no hay ningún niño viviendo en mi vientre- dije tocando este- o eso creo pero creo que no- me burle.

Él se levantó y me dio su mano- levántate- dijo- vamos a dormir- me levanto y me cargo.

- que generoso eres esposo mío- dije burlándome mientras subíamos las escaleras- sabes eres el esposo más sexi del mundo- me reí- estás para darte y no consejos- el alcohol me llegó de un de repente.

ALMAS PERDIDAS (Artemis hidalgo X tu)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora