El día que te deje ir.

68.

Despedidas agridulces.

"Este es el fin del que alguna vez jure sería mi último amor, este es el fin de una aventura que me destruyo sin compasión y me dejo al borde de un acantilado sin esperanzas y del cual no creía poder levantarme nunca, es el fin...
Te deseare la mejor de las suertes, te deseare los mejores comienzos, te deseare felicidad infinita y seguiré mi camino hacia nuevos proyectos y sueños, unos en los que ya no estás presente.
No te odio, ni te amo, ni te nada, no te veo como un amigo y tampoco como mi mayor enemigo. Volvemos a ser desconocidos con caminos diferentes pero que ahora comparten recuerdos juntos.
No volveré a desafiar al maldito destino ni a mostrarle el dedo del medio a la vida, no volveré por mi control del Xbox, ni por las duchas de agua fría en verano, no volveré a imaginarme mil escenarios en mi cabeza sobre cómo sería nuestra reconciliación, no volveré a naufragar por nadie ni a cargar maletas de corazones y promesas rotas.
Dejó el equipaje en medio del camino, dejo tu nombre grabado en un árbol de amores a medias y te miraré marcharte sin soltar una sola lágrima de recuerdos dolorosos.
No fuiste mi primer amor, pero si el primero con el que me sentía volar cada que estaba en tus brazos, no fuiste mi primer beso, pero pareciese que nuestros labios eran el rompecabezas perfecto, no fuiste mi primera vez, pero los orgasmos no fueron fingidos (al menos la mayoría) no fuiste nadie y a la vez lo fuiste todo.