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Harry hablo con Ginny sobre sus clases particulares con Dumbledore pero sin confesarle de que se trataban exactamente. Ella entendió perfectamente y apoyo a Harry en todo. Ese día Ginny la paso en la biblioteca estudiando y Harry en sus clases con el director.

A la mañana siguiente Albus se levanto tarde al igual que Ginny que había estudiado hasta altas horas de la noche. Ambos se encontraron en la sala común y bajaron juntos a desayunar.

- Albus ¿tu sabes algo sobre las clases de Harry con Dumbledore?

- Mi papá hablo contigo ¿no?

- Si, pero no me dijo de que se trataban.

- Si no te dijo es por algo.

- Solo quiero saber si no es algo peligroso.

- Mamá – la abrazo por el hombro – te casaste con Harry Potter ¿hay alguna relación con ese nombre y la palabra "peligroso"?

- Mejor no me digas nada – Albus se detuvo para verla de frente.

- Lo que siempre he admirado de ti es tu fuerza y tu valor. Cuando papá se va a misiones tú actúas con nosotros como si se hubiera ido a la oficina a trabajar detrás de un escritorio pero por dentro estas con el corazón en mil pedazos, a veces llega herido y tú solamente te encargas de cuidarlo sin reclamarle nada. Confía en papá y confía en mis tíos que estarán con él ayudándolo siempre.

- Gracias Albus.

- Que bonito se oye eso de Albus – continuo caminando - ¿no te parece? Deberías de seguir haciéndolo en lugar de bebito, cariñito y toda esa bola de palabras, realmente lo odiamos.

- ¿También a tus hermanos los llamo así?

- Si, a los tres.

- Por cierto, recuerda que hoy por la tarde quiero que me hables de tu hermano.

- Eso va a ser divertido.

Durante el desayuno Scorpius no dejaba de ver hacia la mesa de Slytherin donde se encontraba su padre más delgado y ojeroso que nunca. Cada día se preocupaba más por él. Albus y Ron intercambiaron miradas al darse cuenta del estado de Scorpius, él empezaba a verse como Draco al preocuparse tanto por su padre. Harry se dio cuenta que su hijo y su mejor amigo se comunicaban con gestos y eso lo irrito terriblemente.

- Mi amor ¿Por qué no comes? – le pregunto Rose a su novio.

- Me duele un poco el estomago.

- Ayer casi ni cenaste ¿Qué te pasa?

- Nada – Rose se le quedo viendo a los ojos – ya te dije que nada.

- Te conozco muy bien y se que te pasa algo.

- Rose por favor.

- ¿Por favor que? – Scorpius suspiro fuertemente.

- Hablamos mas tarde.

- Se trata de tu padre, te conozco perfectamente.

- ¿Qué parte de hablamos mas tarde no entiendes? – le dijo de mala manera levantándose y saliendo del comedor.

- Tu sabes algo – le dijo Rose a Albus apuntándolo con el dedo – se trata de su padre y no me lo quiere decir para no preocuparme ¿verdad?

Ron se asombro por lo bien que conocía su hija a su novio, definitivamente Rose tenia la inteligencia de Hermione.

- Deja de ser tan insistente y espera a que él te diga, debes de tenerle confianza.

- Tiene razón Albus Rose, debes de tenerle confianza – dijo Harry viendo directamente a Albus quien solo bajo la mirada apenado.

𝑬𝒅𝒖𝒄𝒂𝒏𝒅𝒐 𝒂 𝒏𝒖𝒆𝒔𝒕𝒓𝒐𝒔 𝒑𝒂𝒅𝒓𝒆𝒔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora