12.¿Aclarando las cosas?.

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11. ¿Aclarando las cosas??

Belén aparca frente a mi casa y apaga el coche, supongo que quiere hablar de lo ocurrido. Durante el viaje se mantuvo callada mientras yo tarareaba una y otra vez la puñetera cancioncita de amores de barra, la perfecta banda sonora para mi noche. Estoy llegando al final del estribillo cuando por fin me mira con toda la seriedad que es capaz y el interés que claramente le carcome por dentro.

-¿Piensas explicármelo o vas a dejarme con la mierda en la boca?-ahí está mi Belén clara y directa.

-No tengo porqué justificarme ante tí.

-Pero sí desahogarte. ¿Quieres hablarlo?.-la muy puta me conoce más que si me hubiese parido, y sabe como sonsacarme cada palabra que ronda por mi cabeza.

-Quiero contarte, pero cuando haya algo que contar. Mañana hemos quedado para hablar las cosas, hasta el momento solo puedo decirte que quiero intentarlo. A lo mejor parezco una niña encaprichada, pero sé lo quiero y es a él.

Mi ultima frase hace eco en el silencio del coche y me sorprendo al ver a Belén haciendo pucheros.

-¿Y a ti que coño te pasa?-preguntó espantada.

-¡Que es demasiado romántico!

Carcajeo, aunque no se si me hace especial gracia, romanticismo no pega mucho con lo que Hugo y yo nos traemos entre manos.

-¿Pero si solo te quiere para el sexo, estarías dispuesta?.-eso se acerca más, pero no del todo...

-No me quiere solo para el sexo, lo que pasa es que él aún no se ha dado cuenta.- lo digo bajito, como con miedo a gafarlo.

-¿Y como estas tan segura?.

-Hugo lo está pasando mal y uno no sufre por perder un mal polvo con una virgen. Hay algo más, y para cuando él se de cuenta será tan grande que no tendrá las fuerzas necesarias para quitárselo de encima.

-Supongo que tiene su lógica.-sentencia sonriendo-Estas muy pedante esta noche ¿Lo sabes no?.-bromea divertida.

-Serán los cubatas, nunca me sentaron bien.-le sigo el rollo.

Belén sonríe y me da un abrazo en el que susurra un suerte muy sentido. Me quiere y no quiere que sufra, pero cree en esto tanto como yo, lo percibo en sus ojos casi tan ilusionados como los míos.

Inquieta arraso con mi pobre armario decidiendo que ponerme, para terminar vestida de lo más sosa con un vaquero y camiseta. Me muerdo las uñas, repaso mil veces mi buzo de mensajes del móvil y desayuno con mama, que me pregunta una y otra vez que me pasa porque me encuentra extraña y nerviosa.

-Nada-respondo removiendo la comida de mi plato.

-Pues a mi me huele a hombre- susurra divertida.

Pongo los ojos en blanco, como si estuviera diciendo una tontería, pero la verdad es que tiene toda la razón. Mama es mujer, y muy lista además, lo raro es que no se haya percatado ya de que el hombre en particular que le interesa a su hija es su querido Huguito. Para después de la comida ya estoy echa a la idea de que no va a llamarme. Se lo habrá pensado otra vez y decidido de nuevo que yo no le convengo. Odio que medite tanto las cosas, con lo fácil que podría haber sido. Resignada vuelvo a ponerme el pijama y me quedo dormida después de llorar un poco más por ese idiota. Me despierta la canción de los Rodriguez que tengo como tono de llamada. Ensueñiscada cojo el teléfono y me lo llevo a la oreja sin mirar siquiera quien es.

-¿Se puede saber por qué no contestas?-la voz de Hugo suena alterada y preocupada.

Y yo me irrito a mas no poder después de estar, como una tonta, todo el día esperando su llamada.

Relaciones laborales.Where stories live. Discover now