Capítulo 20.

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Fez.

El funeral fue un día lluvioso al aire libre, un lunes. Aún lo recuerdo cómo si hubiera sido ayer. Sentí el miedo de que lloviera durante todo el día, pero solo se mantuvo nublado. Esa fue la primera vez que pisé un cementerio desde la muerte de mi hermano, así que sentí que revivía toda esa tragedia otra vez.

Pero ésta vez, yo era el acompañante.

Fue muy difícil para mí descifrar los sentimientos de Lexi. Su temple me sorprendía y su silencio me asustaba. Su mamá y Cassie lloraban sin parar por el difunto, pero Lexi mantenía una expresión tan pragmática que te helaba los huesos.

Podía ver como todos la miraban, y hablaban de ella, era el centro de la atención.

El funeral del papá de Lexi —a diferencia del de mi hermano—, estaba lleno de personas. Algunas que yo no conocía —suponía que eran parientes lejanos—. Y otras que sí. La familia de Rue, por supuesto, fueron los primeros en llegar después de mí.

Rue parecía especialmente afectada, suponía que toda la situación le recordaba al funeral de su padre.

Después de ellos, llegaron las familias de Maddy y de Kat, de Elliot, de Ethan, que vino con aquél rubio que se parecía a él, y otros compañeros de Lexi y de Cassie que no pude reconocer. Muchos habían faltado al instituto para asistir al funeral, por lo que el director les perdonó la falta. Así que también había estudiantes que habían venido solo para tener un día libre.

Era cuestionable, pero nadie podía decirles nada por ello.

—Mi más sentido pésame, chicas —dijo Ethan, primero abrazando a Cassie, y luego a Lexi—. Lo siento mucho, Lexi.

—Gracias, Ethan, Jason, por venir —contestó Lexi, con su voz robótica que había estado utilizando durante toda la mañana—. Dejen sus flores junto a las otras. Gracias.

Me sentí muy mal por Lex en aquél momento. Se la veía agotada, y tenía unas ojeras enormes —que tapaba con anteojos negros—. No podía imaginar lo difícil que debía ser para ella tener que recibir tantos pésames, y además consolar a Cassie y a su mamá.

En ese momento, Lex era el sustento de toda la familia. Sentí la necesidad muy fuerte de abrazarla, pero me contuve. Ella me había pedido que me quedara a un costado. Aún no le había dicho a su madre que salía conmigo, y yo no quería añadir ese drama al que ya tenía entre las manos.

—Lexi, sí necesitás algo, por favor decime —dijo es ese tal Jason, el clon de Ethan, y le entregó una rosa a Lexi—. Estoy para lo que quieras.

Lexi no pareció darse cuenta del tono sugerente de aquél chico, y aceptó la rosa con gusto. El clon de Ethan quería conquistar a Lex, era bastante obvio. Reconocía a un buitre cuando tenía a uno cerca. Era un buen movimiento, debía admitirlo, aunque algo bajo. Tratar de conquistar a una chica cómo Lex en un momento cómo éste me pareció algo bastante cuestionable. Quería  aprovecharse de su debilidad, para que cayera en sus redes.

Por suerte para mí, ella ya había caído en las mías.

—Me dio una rosa —dijo Lexi, cuando no pude evitar de forma disimulada acercarme a ella—. ¿Te gusta? —me hizo olerla, estaba bastante perfumada, asentí—. Te la regalo.

Decidí no aceptarla.

—Es tuya, Lex —me negué—. La necesitas más que yo.

Asintió, pensativa. Me anoté mentalmente que debía comprarle rosas, parecían gustarle mucho. Agradecí al clon de Ethan por darme la idea. Lo observé a un par de metros, mirándonos, era obvio que se había dado cuenta de lo que había entre Lex y yo.

La granja de Fezco | Euphoria | Fez & Lexi |Onde histórias criam vida. Descubra agora